Nada Que No Quieras: 4 actrices que se sacan chispas en el Teatro El Picadero

Las apariencias engañan y, tarde o temprano, las miserias humanas surgen intempestivas, haciéndose un lugar para anunciar su verdad. El texto de Fabián Saad Nada Que No Quieras, crudo, revelador y breve, golpea de la mano de cuatro maravillosas actrices, llevadas magistralmente de la mano por Corina Fiorillo. Ellas son Mirta Busnelli, Inda Lavalle, Miriam Odorico y en la función de estreno, Adriana Ferrer en lugar de Mónica Raiola. Las cuatro se sacaron chispas en el escenario del Teatro El Picadero (Pje. E. S. Discépolo 1857, CABA). Y lo que lograron con esta tragicomedia es arrancar risas y dejar al espectador pensando.

La obra arranca intempestivamente revelando hechos que, con el avance de la trama, se irán profundizando: Emilia (Busnelli) acaba de jubilarse y recibe en su casa a su hermana Nora (Ferrer) luego de que saliera de un centro de rehabilitación, y también a su amiga Diana (Odorico), quien fue víctima de un hecho delictivo en su propia casa, a la que no quiere volver. Además se le aparece la hija azafata (Lavalle), que acaba de separarse. Es evidente que la tranquilidad de su hogar se pierde, y se pierde de manera vertiginosa, con las cuatro hablando a la vez, y cada una marcando enseguida las características de sus personajes. Ahí es cuando se va tensando la cuerda entre ellas, hasta llegar a un final muy particular. 

Una es medida pero lanza dardos verbales, la otra es inocente hasta que se entera de una traición, la tercera es furtiva en sus acciones, y la cuarta es pasional y necesita una reivindicación. Están tan bien marcadas desde el texto y la dirección, que interpretan con justeza y naturalidad los roles. La acción no requiere de grandes explicaciones, aunque las miserias humanas que se van develando (tanto propias como de los hombres que las rodean), marcan un antes y un después sus vidas. Así lo intuye el espectador.

La risa es liberadora y ver las miserias humanas en los demás, también. Pero Nada Que No Quieras es más que un acto de liberación, es una invitación a mirarnos por dentro y a tratar de mejorar esas cosas que sabemos que necesitan trabajo. Imposible no sentirse identificado. Una gran propuesta para disfrutar en un teatro, además, precioso. Con funciones jueves y viernes, encontrá acá más info sobre las entradas.