Hay amistades que trascienden la pantalla y se convierten en hermandad. Eso es lo que sucede con Damián De Santo y Martín Seefeld, quienes después de 30 años de afecto y caminos paralelos, hoy dominan la cartelera nacional con Una Clase Especial. La comedia, escrita por Daniel Dátola y dirigida por Manuel González Gil, se ha transformado en el "suceso inesperado" del 2025, agotando localidades en cada ciudad de su gira federal antes de desembarcar en los grandes centros turísticos.

La premisa de la obra es tan hilarante como humana. Lalo (De Santo) es un hombre introvertido y "fuera de época", devastado tras ser abandonado por su esposa. En su afán por reinsertarse en el mundo de las citas, recurre a Leo (Seefeld), un autoproclamado "gurú de la conquista". Leo es todo lo que Lalo no es: carismático, manipulador y un tanto inescrupuloso, viendo en su alumno a una presa fácil de estafar. Sin embargo, a medida que avanza esta "clase", los roles se desdibujan. Lo que comienza como un manual de tácticas masculinas deriva en una exploración profunda sobre el engaño, la soledad y la venganza. El giro llega cuando una llamada inesperada altera el mundo de Leo, invirtiendo la jerarquía y demostrando que, en cuestiones del corazón, nadie es realmente un maestro.
"Hacer gira es algo místico"
En una charla íntima, los actores reflexionaron sobre este presente que los encuentra más unidos que nunca. “Son más de 30 años de amor, de amistad, de familias. Yo vi nacer a los hijos de Damián -confiesa Seefeld con emoción-. Hacer una linda obra que le llegue a la gente, con teatros llenos, al lado de un amigo que es un actor extraordinario, es una fiesta”. Por su parte, De Santo destaca el valor de la elección en esta etapa de sus vidas: “Poder elegir al autor, al director y al compañero es la frutilla del postre. Son las cosas que terminan escribiendo las últimas hojas del diario íntimo”.

La convivencia en la ruta no es sencilla, pero para ellos ha sido una "bendición". Entre kilómetros recorridos, hoteles distintos cada día y el cansancio acumulado, el respeto ha sido la clave. “Se nota el amor de verdad cuando compartís una gira tan exhaustiva. No tenemos 20 años, esto no es un viaje de egresados a Bariloche, es un trabajo cansador, pero nos adaptamos a todo y eso nos unió más”, explica Damián.
Uno de los puntos que más sorprendió a la dupla es la diversidad que se encuentran en la platea. Si bien cuentan con un público fiel que los sigue desde hace décadas, fenómenos recientes como Bake Off Famosos para De Santo o la vigencia de Rebelde Way en plataformas para Seefeld, han acercado a niños y adolescentes a las salas. “A través de Bake Off, los más chiquitos empezaron a investigar qué habíamos hecho. Son genuinos, no tienen segunda”, dice Damián mientras Martin asiente sobre el impacto que aún tiene su paso por las tiras juveniles.
Un refugio ante la falta de ficción en TV
En un contexto donde la ficción televisiva escasea, ambos actores coinciden en que el público se ha volcado masivamente al teatro para reencontrarse con sus referentes. “Estamos en un momento donde trabajar dignifica, y hacer lo que uno ama es una bendición. El arte da alegría y la gente necesita estar bien, cómoda y feliz, ya sea en la playa o en la sierra -concluye De Santo-. Disfrutamos con Martín de este éxito que venimos haciendo hace más de seis meses. Vamos por todos lados dejando semillas de la bondad. La verdad que le hemos sacado un jugo de manera casi perfecta a esta obra de Dátola. Nadie la puede hacer mejor que nosotros, y con la dirección de Manuel es un plus".

Una Clase Especial continuará su recorrido este verano con una agenda ambiciosa: lunes y martes en el Teatro Lido de Mar del Plata, y de jueves a domingo recorriendo otras plazas de la costa. Una apuesta al trabajo duro y a la risa como medicina, de la mano de dos de los actores más queridos de la Argentina. Encontrá acá más info sobre las entradas.