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Prensadores de soja argentinos se indignan por medidas de Macri

La enorme industria del prensado de soja de Argentina criticó la decisión del Gobierno de suspender los recortes previstos a los impuestos sobre las exportaciones de harina y aceite de soja.

Plantaciones de soja.
Plantaciones de soja. | Archivo Super Campo

La enorme industria del prensado de soja de Argentina criticó la decisión del Gobierno de suspender la rebaja prevista a los impuestos sobre las exportaciones de harina y aceite de soja.

El presidente Mauricio Macri está tratando de equilibrar el presupuesto del país para 2020 a fin de cumplir las condiciones establecidas por el Fondo Monetario Internacional como parte de una línea de crédito de US$50.000 millones. Con ese fin, el Ministerio del Tesoro anunció el martes que las reducciones mensuales al impuesto sobre las exportaciones de 0,5 puntos porcentuales se congelarán durante seis meses.

La tasa actual del 23 por ciento a la harina y aceite de soja permanecerá en vigor hasta febrero, cuando se reanuden los recortes. La tasa terminará el próximo año en un 18 por ciento, en lugar del 15 por ciento anticipado previamente.

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Esto supone un duro golpe para los trituradores argentinos, que exportan más harina y aceite de soja que cualquier otro país. Los procesadores incluyen Archer-Daniels-Midland Co., Bunge Ltd., Cargill Inc. y Louis Dreyfus Co., los llamados gigantes ABCD del mundo comercial agrícola. La harina de soja se usa principalmente para alimento de ganado mientras que el aceite de soja se consume en una amplia variedad de alimentos y productos de consumo.

Márgenes bajos

"Los márgenes de la industria ya eran muy bajos, o negativos en algunos casos", dijo Gustavo Idígoras, presidente del grupo industrial Ciara-Cec, cuyos miembros incluyen a los ABCD, en una entrevista telefónica. "Esta medida significará una reducción en el envío de volúmenes y en los precios".

Un incremento consiguiente en la capacidad ociosa podría resultar en el cierre de plantas, dijo Ciara-Cec en un comunicado. Las instalaciones de procesamiento ya están un 40 por ciento inactivas tras el impacto de la sequía en la cosecha de este año.

En la negociación de Chicago, los futuros de harina de soja para entrega en diciembre subieron un 2,7 por ciento después del anuncio para ubicarse en US$337,80 por 2.000 libras de peso (453 gramos), la mayor ganancia desde el 6 de julio.

Algunos productores argentinos de soja también recibieron mal la noticia sobre los recortes de impuestos debido a que los trituradores fijan los precios de los cultivos en el país.

"Esto tiene un impacto indirecto sobre nosotros", dijo Pedro Vigneau, que cultiva 1.700 acres de cultivos y pastos en Bolívar, provincia de Buenos Aires. "Las trituradoras tendrán menos poder adquisitivo".

Poder adquisitivo

La decisión significará "menores márgenes, menor poder adquisitivo, precios más bajos para los agricultores", dijo Gustavo Passerini, gerente comercial de Intagro, una corredora de granos con sede en Rosario, por teléfono.

Un alza de los costes de financiamiento son malas noticias para los productores, justo ahora que Argentina aumenta las tasas de interés para frenar el peso.

El resultado final puede ser menos superficie cultivada de soja cuando comience la siembra en el cuarto trimestre, según Passerini y Idígoras de Ciara-Cec.

Otros agricultores se alegraron por la medida, señalando cómo eliminó una diferencia del tres por ciento en el impuesto a la exportación entre los granos de soja, y la harina y aceite. Durante años los granos de soja han sido gravados a una tasa más alta para fomentar el triturado nacional.

A largo plazo, una mayor competencia entre los trituradores y los exportadores de grano "hace frente a los desequilibrios en el negocio argentino de soja y da más transparencia al mercado", dijo Francisco Perkins, quien cultiva alrededor de 17.300 acres de soja, en Pehuajo, provincia de Buenos Aires.