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PANORAMA / CAMBIOS EN EL GABINETE

Vidal frustra a CFK

El poder de la gobernadora en la toma de decisiones de Macri molesta al PJ. Cristina desconfía de todos.

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SMILE... ...¿SMILE? María Eugenia Vidal | Dibujo: Pablo Temes

El regreso de la Argentina a los mercados emergentes y la aparente estabilización del dólar con Luis Caputo en el Banco Central, ayudaron al oficialismo para dejar en un discreto segundo plano la intervención de María Eugenia Vidal en la restauración del gabinete de ministros de Mauricio Macri. Es uno de los datos que desconcierta al peronismo autorrotulado racional e irrita al núcleo duro del kirchnerismo. El papel de la gobernadora en una instancia difícil para el Presidente contraría el deseo que comparten: verla convertida en una figura de salvataje a una crisis económica que imaginan sin solución.

Más curioso es que el recelo por el espacio político  ganado por Vidal con Macri sea común en algunos niveles del gobierno nacional. Hasta la eyección de Francisco Cabrera y Juan José Aranguren de los Ministerios de Producción y de Energía, la alianza de reciprocidad incondicional entre el Presidente y la gobernadora pareció ser subestimada. Cabrera jamás le dio a Vidal el nombre de empresas formadoras de precios que los habrían incrementado en medio de la corrida.

Vidal prometió darlos a publicidad luego de instarlos a no trasladar inflación a productos de modo automático. En esa postura contra una aparente cartelización coincide Elisa Carrió, a quien se atribuye la renuncia de Aranguren. Javier Iguacel, el nuevo ministro, fue candidato a intendente por Capitán Sarmiento en el 2015 y coordina para Vidal las acciones de Cambiemos en la Segunda Sección Electoral.

Carrió querría que la gestión de Iguacel en Vialidad Nacional se adopte de modelo por la sensible baja en el costo de la obra pública con relación a la administración de Cristina Fernández de Kirchner. Pero también por haber denunciado judicialmente sobreprecios en ese período. La actividad de los Tribunales condiciona la percepción de la economía en la ex presidenta. Es lo que la lleva a revisar la relación con el clan Moyano, urgido por una aflicción similar.

Hugo y Pablo estuvieron el 15 de junio en el Club Los Andes de Lomas de Zamora para el acto de Gabriel Mariotto con el gobernador Alberto Rodríguez Saá, Edgardo De Petris, Diana Conti y Néstor Segovia, entre otros. Mariotto está incluido entre los ex funcionarios que Eduardo Taiano pidió llevar a juicio oral en la causa Fútbol para Todos. Otro es Aníbal Fernández, que envió una adhesión al mitin.

 Colaboración. Es la primera colaboración activa de los Moyano y Cristina para condicionar el acercamiento a Vidal de los intendentes del Conurbano que controlan el PJ bonaerense. Detrás de la exigencia de primarias para todos los cargos municipales en 2019, está la desconfianza de Cristina hacia la curiosa metamorfosis de algunos de ellos, en las que juega un papel trascendente Felipe Solá.

Si a priori Martín Insaurralde es más cercano a Cristina que Gustavo Menéndez, esa distancia queda invertida por el grado de adhesión de los intendentes de Lomas de Zamora y de Merlo a la candidatura presidencial del ex gobernador. Menéndez mantiene una estrecha relación con los Moyano, alineados con Solá a través de Facundo. Los dos expresan disidencias con Sergio Massa en el Frente Renovador.

Desde el supuesto aval  a su postulación, es notable la influencia de Cristina en Solá. A eso se debe la postergación de la ruptura con Massa, que retomó el diálogo con  Insaurralde. A Massa y a Cristina los moviliza la fantasía de birlarse dirigentes. La ex presidenta espera  gestar las condiciones para presentar bajo esa forma el alejamiento de Solá. La realidad no es alentadora. Para enojo de Máximo Kirchner, Walter Festa profundizó el acercamiento a Vidal, que lo visitó esta semana en Moreno.

El respaldo financiero del gobierno bonaerense es vital para sostener la gestión municipal de Festa, el primer intendente en suscribir el pacto fiscal y atarse a un modelo de gasto eficaz que lo enemistó con La Cámpora. Lo que no hizo perder la prudencia a Máximo: se privó de invocar cualquier desliz ideológico en el gesto. Es coherente. Alicia Kirchner, su tía, fue una precursora de Festa. Santa Cruz fue la primera provincia en adherir a ese programa con el gobierno nacional.

Inquietud. Pero en la actividad del kirchnerismo en  el Gran Buenos Aires, hay algo más que un modo selectivo de interpretar los hechos. Fernando Espinoza dispuso cuarenta micros para que simpatizantes de la Federación Tierra y Viviendas y de la Corriente Clasista y Combativa concurran a la movilización de los Moyano a Plaza de Mayo del 14 de junio. Y otros 13 para reforzar la protesta de La Cámpora contra Macri en Rosario el Día de la Bandera. En esa logística tuvo un papel destacado Luis Panella.
Radicado en San Justo, Panella es un importante  proveedor del Conurbano en servicios de transporte escolar y de corta, media y larga distancia.

Mantiene un aceitado vínculo con Roberto “Robi” Fernández, secretario general de la UTA, clave en el paro general dispuesto para mañana por la CGT, donde predominan las simpatías por el peronismo racional de Miguel Pichetto. El detalle es que la secretaría de Organización la ocupa Pablo Moyano. Los camioneros obtuvieron en paritarias un reajuste salarial del 23%.
A Espinoza también lo inquieta el acercamiento de los intendentes a Vidal que podría complicar la candidatura a gobernadora de Verónica Magario, ya no tan persuadida con esa posibilidad. Implica abjurar de su reelección.

De eso depende Espinoza para postularse a sucederla. Parte de ese desconcierto repercute en Pichetto, insólitamente más próximo a la reconfiguración del poder en Cambiemos que Gabriela Michetti con la ley de despenalización del aborto.
El jefe de senadores PJ acusó a la vicepresidenta de dilatar ese debate al enviarlo a cuatro comisiones. Michetti tiene en Francisco a un viejo amigo y confesor. Y tal vez, el respaldo espiritual más importante antes de ser Papa para desafiar en las PASO el liderazgo de Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad.

Guillermo Montenegro replica el eco de aquel lejano 2015. El diputado nacional deambula por Mar del Plata para ser candidato a intendente. Es difícil que lo logre. En el PRO aseguran que no tiene la confianza de Macri ni Vidal. Montenegro acompañó a Michetti en aquella desventura.