En Argentina, solo tres de cada cien empresas que cotizan en Bolsa tienen una CEO mujer. Y solo un 10% de mujeres está en los directorios. La tasa de empleo de mujeres también sigue siendo más baja en comparación con los hombres: un 43% contra un 66%. En la región los números no son más alentadores: en América Latina solo el 2% de las empresas tienen una CEO mujer, el 60% de las mujeres tiene un trabajo informal y la brecha salarial alcanza el 22%.
En ese contexto, desde ONU Mujeres, que acaba de abrir oficinas en el país, impulsan el programa Ganar-Ganar, que busca promover el empoderamiento económico de las mujeres reconociendo el doble rol que tienen como beneficiarias y socias del crecimiento y desarrollo de las empresas.
“Buscamos aumentar el compromiso de los actores públicos y privados para que haya un cambio en lo que refiere a la igualdad de género en el ámbito de las empresas y las mujeres tengan mayor acceso al mercado de trabajo”, explica Verónica Baracat, especialista nacional de Sector Privado de ONU Mujeres, y coordinadora del programa. “Hablamos de Ganar-Ganar porque garantizar el acceso de las mujeres es una cuestión de justicia, pero también es un beneficio para las empresas y su desarrollo. El mercado sigue estando muy segmentado y hay tareas que todavía son consideradas masculinas y otras femeninas. Todavía hay mucho por hacer”, agrega. El trabajo doméstico, por ejemplo, sigue recayendo mayoritariamente sobre las mujeres, y es donde se registran altas tasas de informalidad.
Ganar-Ganar está vigente en seis países de la región, y cuenta con apoyo de la Unión Europea y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En Argentina, 46 empresas ya sumaron su compromiso a implementar medidas que favorezcan la igualdad de género. Trabaja sobre tres ejes de acción: fortalecer a las mujeres empresarias, generando redes de cooperación entre ellas, reforzar las capacidades de las empresas en pos de alcanzar la igualdad de género en el sector privado y promover mecanismos de financiación para apoyar emprendimientos y empresas lideradas por mujeres. Las empresas que suman su compromiso adhieren a los siete principios de empoderamiento que se promueven: igualdad en áreas estratégicas dentro de las organizaciones, como recursos humanos, planificación, presupuesto y comunicación.
Desde ONU Mujeres trabajan en conjunto en la elaboración de planes de acción y asistencia técnica para su elaboración. Además de ofrecer capacitaciones a mujeres que integren las distintas áreas. “El trabajo con las mujeres empresarias es de capacitación para promover que haya acciones como compras con enfoques de género, es decir, que se implementen políticas que promuevan compras a empresas lideradas por mujeres. Estas últimas, además, suelen tener menos acceso a financiamiento, ese es otro foco importante”, remarca la directora del área.
“La licencia compartida para que el cuidado del hogar no recaiga solo en nosotras, o la incorporación de mujeres en puestos de liderazgo pero también para los que no se las consideraba”, sostiene Baracat sobre algunas de las medidas que se promueven. Algunas automotrices, por ejemplo, se comprometen a sumar mujeres a los puestos operativos.
El programa dura tres años y, además de en Argentina, está vigente en Brasil –donde ya adhirieron 180 empresas–, Uruguay, Chile, Costa Rica y Jamaica. Spotlight es el otro proyecto en el que se trabajará desde las oficinas argentinas de ONU Mujeres, con el foco en combatir la violencia de género, y será presentado oficialmente el próximo 6 de diciembre, para no competir por la atención con la cumbre del G20. En ese marco, resta definir cuál será el monto que se aplicará para los programas en la Argentina.
La estrategia de objetivos
El programa busca acercarse al sector privado y para eso recorren tanto empresas como cámaras. Durante la presentación en la UIA del programa Ganar-Ganar, se compartieron las herramientas de diagnóstico empresarial, para determinar en qué instancia está cada empresa en materia de igualdad de condiciones y acceso. La misma está basada en los principios de empoderamiento de mujeres del programa, y permite fijar objetivos para alcanzarlos.
En el país, American Express, por ejemplo, implementó beneficios como la flexibilidad laboral, el retorno progresivo posmaternidad, sala de lactancia y guardería, explica Patricia Furlong, vicepresidenta y gerenta general. Y desde 2014 viene trabajando con la red WIN (Women’s Interes Network) por la que los mismos empleados de la empresa fomentan el posicionamiento y desarrollo de las mujeres dentro de la compañía.
En Carrefour, el programa Mujeres Líderes que implementaron logró que pasaran de un 8% de puestos directivos ocupados por mujeres en 2010 a un 29% en 2017. Otras medidas que implementaron son regreso paulatino por maternidad y licencia extendida por paternidad, licencia en caso de adopción y licencia por violencia doméstica.