A dos meses del conflicto en Medio Oriente, la confraternidad judeo musulmana criticó a Hamás
Lo hizo a través de un comunicado donde destacó en cinco puntos “su más absoluto rechazo a toda forma de terrorismo y violaciones a los derechos humanos”.
Explosiones. Las fuerzas israelíes en pleno ataque sobre posiciones del sur de la Franja de Gaza. |
afp
El pasado sábado 7 de octubre, el grupo islamista Hamas lanzó un ataque contra Israel que dejó como saldo 1.400 muertes, 3.500 heridos y más de 240 personas secuestradas. El ataque provocó la reacción militar del gobierno israelí, y hoy en día el conflicto ya superó la cifra de 16.250 palestinos fallecidos, 7.000 personas desaparecidas y 42.000 heridos. Tras los acuerdos de alto el fuego para la liberación de rehenes a cambio de presos, el conflicto retomó su intensidad. En ese marco y a dos meses del hecho, la confraternidad judeo musulmana argentina emitió su rechazo al grupo terrorista de Hamas.
Además de la cantidad de fallecidos producto de la guerra, la Franja de Gaza padece la falta de suministro de agua, combustible y alimentos. En las últimas horas miles de habitantes de Gaza se congregaron para pedir comida a las puertas de uno de los almacenes de la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) en Deir al Balah, en el centro de la franja de Gaza. Las autoridades señalaron que la población en la región padece “necesidades abrumadoras”. Según informaron organismos de derechos humanos los refugios albergan cerca de 1,2 millones de personas.
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La Confraternidad Judeo Musulmana Argentina (CJMA) emitió un comunicado inspirado “en los supremos valores religiosos y éticos que nos han sido legados por el Todopoderoso en nuestras religiones Abrahámicas hermanas”.
A dos meses de las atrocidades cometidas por Hamas expresaron su rechazo "a toda forma de terrorismo y violaciones a los derechos humanos". "Lo realizado el 7 de octubre pasado por el Hamas es una afrenta a la condición humana y no puede tener ninguna otra opción que la condena categórica, sin atenuantes. Nunca una religión puede justificar bajo ningún concepto el terrorismo, el mismo es una blasfemia, perversión y contradicción con los genuinos postulados de nuestras creencias religiosas”, agregaron.
En el mismo sentido, la CMJA destacó: “Hacemos un llamado a reconocer, respetar y cuidar la vida humana de cada creatura como expresión de un D.S que santifica la vida. Pedimos el cese al fuego y señalamos que la guerra es la peor derrota de nuestra condición humana. La sangre inocente es el principal contaminante de la tierra y una verdadera tragedia”.
Además, hicieron un “llamado a la liberación de todos los secuestrados y al cumplimiento de las leyes internacionales”. En otro de los puntos añadieron: “Manifestamos nuestro anhelo para que israelíes y palestinos, así como sus países aliados busquen un camino de diálogo basado en la justicia que posibilite la coexistencia pacífica de ambos pueblos”.
“Finalmente enfatizamos la necesidad de desarraigar de nuestro país todo tipo de antisemitismo e islamofobia. Invitamos a la sociedad argentina a no importar conflictos ajenos y resaltamos el modelo de convivencia armónica y pacifica que goza la Argentina entre todas sus comunidades y confesiones religiosas”, concluyó el comunicado.
El inicio de la guerra
Hace 60 días el pueblo israelí padeció el peor de los horrores. El grupo terrorista Hamas y palestinos armados lanzaron miles de cohetes hacia el sur del país y cruzaron la frontera, atacando varias localidades. En las últimas horas, Israel denunció ante los organismos de derechos humanos que Hamas cometió violencia sexual contra mujeres israelíes durante el ataque del 7 de octubre.
La respuesta no se hizo esperar. Israel respondió al ataque bombardeando la Franja de Gaza, después de que el primer ministro, Benjamin Netanyahu declarara oficialmente que el país se hallaba en guerra. Luego se sumaron bloqueos para aislar Gaza, bajo la orden de evacuar el norte de la Franja.
El 9 de octubre, Israel llevó a cabo un asedio completo donde bloqueó el suministro de electricidad, combustible y alimentos. Estas medidas exacerbaron la crisis humanitaria en la región.
Cuatro días después, el ejército israelí instó a la población del norte de Gaza y la ciudad de Gaza a “evacuar” el territorio y desplazarse hacia el sur de la Franja antes de 24 horas, lo que supuso un movimiento masivo de más de 1,1 millones de personas.
