El continente más desigual se ha convertido en el epicentro de la pandemia y la capacidad de los sistemas de salud para garantizar la vida de los pacientes más afectados por COVID-19 depende en gran parte de la cantidad de camas en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). El presidente Alberto Fernández dijo este viernes que el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA, que incluye la Ciudad y la zona más poblada de la provincia) tiene el 54,1% de las camas de terapia intensiva ocupadas por diversas enfermedades y cirugías. En esta área se concentra más del 90% de los casos del nuevo coronavirus.
El Programa Lupa, que lidera el medio peruano Salud con Lupa y que integra PERFIL, realizó un ránking de camas UCI entre los diez países que integran el proyecto periodístico. La lista se basa en datos oficiales de Bolivia, Chile, Colombia, México, Perú, Ecuador, El Salvador, Venezuela, Guatemala y Argentina. Si bien estos países tienen características sociales y geográficas diferentes, la ecuación que permite compararlos es la de la cantidad de camas de cuidados intensivos por 100.000 habitantes, de acuerdo a los expertos consultados.
Entre estos diez países latinoamericanos, Argentina ocupa el primer puesto de la lista. Con la incorporación de nuevas camas en los últimos 100 días, el país tiene 25,8 camas de terapia intensiva cada 100.000 habitantes, según el cruce de los datos del Ministerio de Salud. Desde la llegada de la pandemia, se incorporaron casi 7 camas más cada 100.000 habitantes.
En Argentina, el pico de demanda de las unidades intensivas es provocado por enfermedades respiratorias infecciosas, según los expertos de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI). Hasta 2019, la neumonía provocada por neumococo y por influenza (el virus de la gripe) era la principal causa de ocupación de las terapias intensivas durante el invierno. Entonces, los tiempos de internación promedio eran de 8 días por paciente graves más 3 días más de internación en terapia media.
El médico Antonio Gallesio, jefe honorario de Terapia Intensiva de Adultos del Hospital Italiano, explicó que la demanda de las UCI comenzaba a subir entre abril y mayo. El pico tenía lugar entre junio y agosto. Se estima que esa demanda descenderá este invierno debido al efecto del aislamiento social preventivo y obligatorio dispuesto para contener el avance de COVD-19. Pero las autoridades temen que el nuevo coronavirus, que multiplica la cantidad de contagios de rápidamente, colapse el sistema, especialmente en el AMBA.
Chile, que lidera el ránking de mortalidad por COVID-19, sigue a Argentina en el ránking de cantidad de camas UCI cada 100.000 habitantes, pero tiene una cantidad mucho menor: 10,6 camas por 100.000 habitantes. Antes de la pandemia, era una cantidad acorde a las recomendaciones.
Todavía más abajo, siguen Colombia (6,8 camas cada 100.000 habitantes) y México (6,6 camas), de acuerdo a las carteras de salud de dichos países.
Ante la consulta del Programa Lupa, el gobierno argentino no informó con cuántos respiradores mecánicos cuenta el sistema. La SATI estima que alrededor del 90% de las camas UCI contaban con respiradores antes de marzo. Pero la información con la que cuentan es parcial, aseguran en la institución, ya que se basan en datos aportados de manera voluntaria por los hospitales y clínicas.
México lidera la lista con la cantidad de respiradores mecánicos y si bien casi triplicó la cantidad de camas de terapia intensiva durante los últimos tres meses, el país apenas tiene 6,6 de estas camas por 100.000 habitantes, de acuerdo a la Secretaría de Salud mexicana.
Bolivia y Perú están en situaciones similares. En el caso de Perú, el país afronta una de las mayores crisis de la región en torno al nuevo coronavirus. Su sistema no fue suficiente a la hora de asistir a los contagiados. Es el segundo país de la lista con mayor mortalidad por COVID-19, e incluso supera a Brasil en cantidad de muertos por millón de habitantes.
Las cifras de Perú muestran una de las causas del colapso del sistema de salud: antes de la pandemia, el país ni siquiera tenía una cama de UCI por 100.000 habitantes: eran apenas 276 camas. Ahora, de acuerdo a la cartera de Salud, el país cuenta con 4,1 camas cada 100.000 habitantes.
Antes de marzo, Ecuador tenía números similares, pero a diferencia de Perú, sólo duplicó la cantidad de camas UCI tras la llegada de la pandemia (de 259 a 480). Eso equivale a 2,7 camas cada 100.000 habitantes.
El gobierno de Guatemala sólo ha informado un único dato: la cantidad de respiradores (676 en todo el país), pero se desconoce la cifra oficial de camas UCI, tanto antes como después de la llegada del virus.
En los casos de Bolivia y Venezuela, hay menos información disponible. Se sabe que el primero tiene 4,2 camas UCI cada 100.000 habitantes mientras que Venezuela cuenta con 3,8 camas cada 100.000 habitantes.
* Este reportaje forma parte del Programa Lupa, liderado por la plataforma digital colaborativa Salud con Lupa**, con el apoyo del Centro Internacional para Periodistas (ICFJ).
** Salud con Lupa: https://saludconlupa.com