Una nueva revelación expuso miles casos de abuso infantil de la Iglesia Católica. Esta vez, en Portugal una comisión de investigación reveló un informe donde se afirma que sacerdotes y otros miembros del clero católico de la capital de este país abusaron sexualmente de al menos 4.815 menores desde 1950.
La investigación fue encargada en 2021 por la iglesia portuguesa. En octubre pasado, un equipo de seis expertos, encabezado por el psiquiatra infantil Pedro Strecht, anunció que había registrado 424 testimonios legítimos de presuntas víctimas pero advirtió que el número total era "mucho mayor".
"Estos testimonios nos permiten establecer una red de víctimas mucho más amplia, de al menos 4.815", declaró el psiquiatra infantil en una rueda de prensa en Lisboa, reportó la agencia de noticias AFP.
Por otro lado, el papa Francisco tiene previsto viajar a la capital portuguesa en agosto para las jornadas mundiales de la juventud. Allí podría reunirse con las víctimas, indicó recientemente el arzobispo auxiliar de Lisboa, Américo Aguiar.
Los casos más resonantes de abuso sexual denunciados contra la Iglesia católica
Qué dice el informe de los casos de abusos
Los hechos denunciados revelan "situaciones graves que persistieron durante décadas, que se hacen más evidentes cuanto más se retrocede en el tiempo y que, en algunos lugares, adquirieron proporciones endémicas", concluyó el equipo en octubre, durante un primer balance. La mayoría de los crímenes denunciados prescribieron, pero 25 acusaciones fueron transmitidas a las autoridades judiciales, que abrieron investigaciones.
Uno de esos casos es el de Alexandra, una mujer de 43 años que prefiere permanecer en el anonimato. Fue violada por un sacerdote cuando se preparaba para la vida de monja a los 17 años.
"Es muy difícil hablar del tema en Portugal", explicó. Se trata de un país en el que el 80% de la población se define como católica. Ahora es madre, se formó en informática y trabaja como ayudante de cocina. "Llevaba muchos años guardando este secreto, pero sentía que era cada vez más difícil gestionar eso sola", cuenta durante una entrevista telefónica con la agencia AFP.
Llegó a denunciar a su agresor ante las autoridades eclesiásticas, pero se sintió "ignorada". Tres años más tarde, los expertos de la comisión independiente ofrecieron escucharla y proporcionarle un apoyo psicológico.
AR CP