La historia de Coco se conoció en Change.org donde su petición llamó la atención de los lectores. "Coco es el monito carayá encontrado en un placard en una fiesta privada en el barrio de Belgrano. Fue decomisado y tomado por la ONG Pájaros Caídos donde comenzó un largo proceso de recuperación física y mental. Coco fue abusado durante toda su vida. Se presume fue separado de su familia a corta edad víctima del trafico ilegal de animales silvestres autóctonos llega a manos de una familia que lo tenían como mascota sin atender en lo mas mínimo a las necesidades de su especie. Le daban alcohol y drogas", se lee en la petición que pronto sumó firmas. Tantas como para evitar un nuevo traslado del animal.
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"En los últimos días, tomamos conocimiento que el mono de la especie carayá Coco, que fuera encontrado en un procedimiento policial en el barrio de Belgrano en la Ciudad de Buenos Aires en diciembre pasado, sería trasladado a un centro de rehabilitación y rescate de monos en la Provincia de Córdoba. Ante ello, distintas organizaciones defensoras de los derechos de los animales llevamos a cabo diferentes acciones, algunas de carácter legal y otras de visibilidad publica, expresando nuestras razonables dudas sobre la oportunidad y conveniencia del traslado, los riesgos para su integridad psicofísica y salud de Coco, y particularmente, sobre cuál sería su futuro y las posibilidades de adaptación", anunciaron victoriosos quienes iniciaron este camino de liberación y curación de Coco.
Se trata de Sin Zoo, usuario que estuvo respaldado por el informe veterinario de la médica experta en animales, Susana Avellaneda.
La historia de Coco
Coco estaba en un placard y por esta razón y en el momento de encontrarlo no podía caminar. Apenas gateaba. "Coco es un mono aullador Alouatta caraya sp,Neotropical, macho, de aproximadamente 12 años. Concurro a revisar a Coco que está en el suelo de una habitación, atento a mi presencia con los ojos vivaces, se desplaza con mucha dificultad, arrastrando su cuerpo, con los brazos pegados al cuerpo y flexionados, usando las manos para arrastrarse, usando dos dedos de cada mano. Las patas traseras están encogidas y apoya el cuerpo sobre sus pies y manos. Emite sonidos como de agrado o curiosidad al verme y al acariciarle el lomo reacciona por temor, claro su discapacidad hace que esté alerta constantemente. La cola que en los monos aulladores es prensil, en Coco esta curvada y casi inmóvil", se lee en el informe de la médica veterinaria Susana Avellaneda publicado en Change.
La misma experta detalló que Coco no es agresivo pero sí desconfiado. Además el monito no contaba con sus caninos ni superiores ni inferiores. Luego de un largo examen fue diagnosticado con enfermedad ósea metabólica "consecuencia de alimentación incorrecta y un alojamiento inadecuado. Solo sé que fue hallado en el interior de un placard, lo cual permite suponer que no tenía mucho acceso al sol y en cuanto a la alimentación se desconoce", analizó la misma experta.
El tiempo desde que lo encontraron a hoy generó una gran mejoría en Coco quien vive en la Fundación Zorba, en Luján donde es amigo de una perra llamada Condesa. Ambos pasean al sol y suelen sentarse en la ventana de la cocina. Sigue gateando apoyado de sus pequeñas manos pero libre, sano y amado.