Esta semana ganaron protagonismo unas tierras ubicadas entre Chapadmalal y Miramar debido a que la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABA), presidida por Eduardo Albanese, las cedió al MTE dirigido por Juan Grabois. Se trata de El Marquesado, uno de los primeros proyectos de barrios privados de la Argentina que contaba con un enorme anfiteatro frente al mar que hoy se encuentra en ruinas.
Desde la propuesta arquitectónica, El Marquesado siempre llamó la atención por su construcción en la playa. Allí quienes fueran dueños de alguna de las casas del barrio privado, tendrían garantizada su vista al mar en alguno de los dos pisos del enorme anfiteatro que pisa la costa.
“Desde las elegantes plataformas, los turistas, desde sus propias carpas o sombrillas pueden contemplar el subyugante espectáculo del mar, día y noche, tal como lo ofrecen los más famosos balnearios del mundo: la Costa Azul, Palma de Mallorca y la Costa Dalmata”, anunciaba el diario La Capital en septiembre de 1976 sobre El Marquesado. Actualmente es un esqueleto frente al mar.
El fragmento periodístico de la época es uno de los pedacitos de historia, en este caso cedido por Fredy Viaro, recopilado en el blog Fotosviejasdemardelplata en el que Pablo Javier Junco comparte incontable material vinculado con el partido de General Pueyrredón al que pertenece Mar del Plata y, en su extremo sur, El Marquesado.
El desarrollo de aquel emprendimiento no se quedaba solo en la comodidad de un refugio con vista al mar, si no que anticipaba una bajada náutica, un minigolf, iluminación con vapor de mercurio y una playa de estacionamiento para 250 coches.
Un explosión sin medir las consecuencias
Osvaldo Alejandro Morales, titular de Sierra Leona Sociedad Anónima, pensó en garantizarle a cada habitante un cómodo espacio con vista al mar y para eso decidió crear cuatro pisos con hileras de carpas colocadas en una especie de anfiteatro.
Para esto, el primer paso fue dinamitar a cielo abierto la costa al borde de la Ruta 11. El plan funcionó, en principio, porque las consecuencias de la explosión y de la modificación del territorio no se tuvieron en cuenta.
Sin embargo, esa modificación del espacio, con el paso del tiempo hizo que la playa creciera cada vez más hacia la ruta, según había explicado a PERFIL Facundo Di Genova, periodista y escritor abocado a las historias de esas playas.
Grabois defendió el proyecto agroecológico en Mar del Plata: "Nadie usurpó nada, son mentiras"
Un terreno marcado por el conflicto
Cuando se hizo público el proyecto de El Marquesado Country Club, las tierras se loteaban y vendían con promesas de lujo y comodidades en cuotas y, mientras que el país era sumido en el Golpe de estado de 1976.
No hubo final feliz para esos propietarios en potencia, ya que a pocos les permitieron escriturar sus tierras. “Los adquirentes recibían un boleto preimpreso y una chequera. Cada mes pagaban la cuota en las oficinas de Sierra Leona en Mar del Plata o Buenos Aires y también pagaban expensas por la mantención del barrio, postes de alumbrado, corte de césped, etc.”, escribió Paula Viafora en Agencia Paco Urondo, donde detalló el entramado ilegal del negocio. Allí cuenta que el permiso de explotación del lugar solo duró dos años por lo que esos terrenos siempre fueron ilegítimos.
De qué trata el proyecto agroecológico que salpicó a Grabois y enojó a la oposición
La cruz del sur: el vínculo con la dictadura
Atraído por la ruina imponente de El Marquesado el director de cine Pablo Reyero utilizó el lugar como locación para su película del 2003 La cruz del sur. La ficción es un policial negro que deja abierta una inquietud: los protagonistas encuentran huesos humanos enterrados en la arena y la trama deja abierta la posibilidad de que se trate de restos de desaparecidos en la dictadura del ’76.
Esto por el momento solo quedó como un mito, pero lo que sí sucedió es que, en el lugar durante el verano de 1977, la cúpula del CNU (Concentración Nacional Universitaria), una organización vinculada a los militares que operaba en La Plata y Mar del Plata mantuvo reuniones en El Marquesado Country Club.
rb / ds