En una sesión que se prolongó más de lo previsto por la cantidad de expositores que sentaron su postura favorable a la Argentina, el Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas (C-24) adoptó por consenso una nueva resolución que reitera, como todos los años desde 1983, el llamado al Reino Unido y la Argentina a retomar las negociaciones pacíficas para resolver la controversia de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, sobre la base de la llamada Resolución 2065.
Para Daniel Filmus, secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur y uno de los miembros de la comitiva junto al canciller Felipe Solá, la jornada de ayer fue el desenlace de un largo trabajo diplomático que se remonta a los primeros días de gobierno ya que el año pasado, por la pandemia, no hubo sesión del comité.
–¿Se obtuvo todo lo que se esperaba de la votación en el Comité de Descolonización?
–Realmente quedamos muy satisfechos porque no fue solo una votación por consenso de la resolución sino que debe haber sido, de todas las resoluciones, la que ha reunido más apoyo explícito. Apoyo de organismos multilaterales y también de países que principalmente fueron de la región pero hablaron también países asiáticos, africanos, caribeños, de todas las regiones del mundo acompañando este proyecto. Insisto: debe haber sido una cantidad récord de manifestaciones puntuales teniendo en cuenta que muchos países vinieron específicamente a manifestar su apoyo ya que no son miembros del Comité.
"Esto expresa cuál es el consenso que existe a nivel global y que se considera a la mirada del Reino Unido como una colonial"
—¿Por qué ahora sí se dio esta participación más activa, es a favor de la Argentina o hay un desgaste cada vez mayor con las demandas por colonialismo a un Reino Unido fuera de la UE?
—Venimos trabajando sobre este tema desde hace meses. Esta presencia no se logra de un día para otro. En medio de la pandemia era muy difícil llegar a países que tenían que votar hoy y a los cuales no podíamos llegar personalmente así que el trabajo se hizo en las capitales, a través de nuestras embajadas, y en paralelo al trabajo que se hizo también aquí en Naciones Unidas, creo que ha sido muy importante. Superó nuestras expectativas.
–¿Esto cambia en algo el vínculo con el Reino Unido tal como está planteado hoy?
–No, esto lo que genera es presión sobre el Reino Unido. No escuchamos a nadie hablar en favor de la soberanía del Reino Unido sobre las islas Malvinas. No hubo ningún país solidario que viniera a expresar que estaba de acuerdo ni con la libre determinación ni con la soberanía del Reino Unido sobre Malvinas. Esto expresa cuál es el consenso que existe a nivel global y que se considera a la mirada del Reino Unido como una colonial.
–En su discurso, el canciller hizo particular énfasis en condenar las denominadas acciones unilaterales de Londres...
–La mayor parte de las resoluciones previas no solo apoyaron la 2065 (que exhorta al Reino Unido a sentarse a negociar la cuestión de la soberanía) sino también la 31/49 que es la que plantea la ilegitimidad e ilegalidad de la extracción de recursos del Atlántico Sur en la zona en disputa. La resolución del g77+China, así como la Celac y la Cumbre Iberoamericana incluyeron este tema. Ha sido un paso adelante para la diplomacia argentina incorporar este tema de extracción de recursos naturales que pertenecen a 45 millones de argentinos y argentinas en el debate. En particular luego de que eso fuera removido de las resoluciones en años anteriores luego que nosotros la habíamos logrado incluir en 2014/ 2015.
–Al hablar de este tipo de explotaciones contra lo dispuesto por la ONU, ¿se habla de la pesca y del petróleo en esencia?
–Por supuesto, tanto recursos renovables como no renovables. Por eso tanto la pesca como los hidrocarburos como todo el tema militar fueron planteados por el canciller y respaldado por todos los países. Incluso hemos trabajado fuertemente para que este año se vuelva a reunir la Zona de Paz del Atlántico Sur que agrupa a todos los países africanos y los latinoamericanos que tenemos costa, como para fortalecer la denuncia de la ilegalidad de la base militar.
"Estuve reunido con Brasil y Uruguay para generar una reunión en octubre y una declaración. Los tres estamos preocupados por el Atlántico Sur."
–¿Hay una estrategia en esa dirección para los próximos meses?
–Personalmente me reuní con Cabo Verde, Brasil y Uruguay que son tres de los países que más preocupados están sobre este tema para generar una reunión ad-hoc de la Zona de Paz en octubre, cuando funcione la Asamblea General, y una declaración que ya está empezando a circular.
–¿Hay sintonía política con Brasil y Uruguay para trabajar estos temas pese a las fricciones en otros ámbitos como los acuerdos comerciales y el Arancel Externo Común del Mercosur?
–Estuve reunido con ambos países y justamente el país que ocupa la presidencia de la Zona de Paz es Uruguay, que estaba encabezando. Y Brasil es uno de los principales interesados. Los tres estamos preocupados por el Atlántico Sur.
—¿Cómo incide en la disputa legal por los recursos con el Reino Unido la expansión de la plataforma continental argentina con el aval de la ONU?
–Naciones Unidas no se definió en la zona donde subsiste el diferendo de soberanía porque es una comisión técnica la que lo estudia. Nosotros, por nuestra Constitución, la incorporamos a la plataforma continental pero la ONU se definió a favor de que no se tomen decisiones mientras subsiste el diferendo por la soberanía, que es lo que la Argentina quería que dijera.
