La gran final de Roland Garros terminó este domingo en poder del extraordinario Novak Djokovic, que a los 36 años consiguió su 23° torneo de Grand Slam, mostrando que sigue en plenitud. El noruego Casper Ruud (4°) fue un digno rival, arrancó mejor, llegó a estar 4-1 arriba, pero ese primer set que Nole consiguió cerrar 7-6 golpeó a Ruud, que paulatinamente fue cediendo, y terminó cayendo en sets corridos (7-6, 6-3 y 7-5).
Con el triunfo de este domingo, Djokovic es el más ganador de la historia masculina de Grand Slam, y la ausencia este año de Rafael Nadal le terminó abriendo el camino a una hazaña que, ante jóvenes a los a veces casi dobla en edad, sigue dominando física y mentalmente.
Ruud empezó mejor, se lo veía incómodo a Djokovic, su juego fue errático en esa primera parte y su servicio tampoco ayudó, pero remontar el quiebre de Ruud para conseguir igualar en 4 le sirvió al campeón serbio para imponer su tremenda jerarquía. Ya se sabe que, cuando peor parece irle, su espíritu competitivo aflora en plenitud.
En el segundo set los roles se invirtieron, creció Nole y se puso 4-1 arriba, a favor de un primer servicio que creció de manera exponencial (76%). Pese a que el noruego trató de mantenerse en partido, luego ambos sostuvieron el servicio para llegar al 5-2, y ese segundo capítulo se cerró 6-3.
El set final fue 7-5 para Djokovic, Ruud resistió hasta el 5-5 y no pudo mantener su servicio. Allí llegó el saque del serbio para quedar en la historia. No hay nadie, entre los hombres de toda la historia, que haya ganado tantos títulos de Grand Slam como él.
HB