Si hay algo que despierta la envidia del mundo entero es el Pantanal de Brasil, que se extiende por el Mato Grosso y muerde algo de Bolivia y Brasil. Ocupa 340.500 km² de continente americano, regado por varios ríos, pero sobre todo por el río Paraguay. Para muchos es el ecosistema más rico del mundo. Cuando llueve, entre octubre y mayo, el nivel del agua de este inmenso charco sudmericano sube tres metros más y es una fiesta de colores: mariposas azules, tucanes rojos, anacondas verdes y jaguares amarillos.
Lástima que este paraíso en la tierra sea el chivo expiatorio de la incorrecta política ambiental de los gobiernos. En lo que vamos de octubre, apenas medio mes, la zona más húmeda del Cono Sur padeció 2.536 incendios. Es decir, 181 siniestros por día. O si ayuda, pensémoslo así: cada hora estallan más de siete quemas en alguna parte del Pantanal.
El cuadro apocalíptico se completa si agregamos que ya los recientes meses de julio, agosto y septiembre fueron los peores que se recuerden, al menos en los últimos 22 años, desde que el INPE brasileño (Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales) se puso a anotar y medir desastres.
Desde luego, no faltará quien diga que la reserva que fue el orgullo de América enfrenta su peor sequía desde hace 47 años.
"Se necesitan algunas cosas para que se dé el fuego. Primero, encenderlo; luego, viento, poca humedad, calor extremo", explicó Felipe Augusto Dias
Felipe Augusto Dias, director ejecutivo de SOS Pantanal declaró a la agencia Europa Press que "los meses de lluvia comienzan en octubre, noviembre o a más tardar en diciembre. Este año la lluvia se está demorando más de lo habitual y los agricultores se enfrentan a graves dificultades para sembrar precisamente por la sequía”. Este mismo cuadro de cosas replica lo que ocurrió el año pasado.
Luego, si por un momento recordamos el Amazonas, el mayor bosque tropical del mundo, también se alcanzó un récord histórico este año: el número de puntos de incendio registrados desde el 1 de enero al 30 de septiembre es el más alto desde 2010, también según datos del Inpe. Reporta Europa Press que “desde enero hasta ayer, esta región ha registrado 86.160 puntos de incendio, casi la misma cantidad que a lo largo del año pasado”. La agencia señala también que estos datos suscitaron enfrentamientos con el Gobierno federal. Durante una visita al Senado de Brasil, la ministra de Agricultura, Tereza Cristina dijo que “los incendios que han consumido el Pantanal serían menos intensos si hubiera más ganado en el bioma”. Una postura que pronto despertó opiniones contrarias en científicos y expertos.
A juicio del secretario ejecutivo del Observatorio del Clima, Marcio Astrini, el número de incendios tanto en Amazonas como el Pantanal sigue siendo "alto e inaceptable". "En septiembre, cada minuto, un área del tamaño de dos canchas de fútbol ha sido talada ilegalmente", lamentó en un comunicado de prensa. Astrini enfatiza además la "impunidad" de los responsables. "La delincuencia es rampante en la Amazonía", remató, criticando la postura del Ejecutivo de Brasil, liderado por Jair Bolsonaro, en relación a la crisis ambiental.
