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L'OSSERVATORE ROMANO

El papa Francisco: “Empezar de nuevo y no perder nunca la esperanza”

En la edición semanal del órgano oficial de la Iglesia católica, el papa Jorge Bergoglio realizó una fuerte denuncia sobre, lo que denominó “el escándalo de hoy con muchas armas y pocas vacunas”.

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papa francisco | Cedoc Perfil

Esta edición semanal especial del L´Osservatore Romano en lengua española contiene en forma completa y oficial las homilías del papa Francisco en las celebraciones pascuales. Con su llamado a “Empezar de nuevo y no perder nunca la esperanza”, se introduce, desde la portada de este ejemplar, su mensaje solemne del sábado de vigilia que se publica íntegramente. Sin dudas, un mensaje muy esperado para estas festividades es el “Urbi et Orbi” correspondiente al Domingo de Resurrección.

En esta homilía, el papa Bergoglio realizó una fuerte denuncia sobre, lo que denominó el escándalo de hoy con muchas armas y pocas vacunas. El Pontífice enfatizó, desde la Basílica de San Pedro, que “La pandemia todavía está en pleno curso, la crisis social y económica es muy grave, especialmente para los más pobres; y a pesar de todo —y es escandaloso— los conflictos armados no cesan y los arsenales militares se refuerzan. Y este es el escándalo de hoy. Ante esto, o mejor, en medio a esta realidad compleja, el anuncio de Pascua recoge en pocas palabras un acontecimiento que da esperanza y no defrauda: ´Jesús, el crucificado, ha resucitado´”.

Promediando su homilía, el Santo Padre también expresó que: “Todas las personas, especialmente las más frágiles, precisan asistencia y tienen derecho a acceder a los tratamientos necesarios. Esto es aún más evidente en este momento en que todos estamos llamados a combatir la pandemia, y las vacunas son una herramienta esencial en esta lucha.

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Por lo tanto, en el espíritu de un “internacionalismo de las vacunas”, instó a toda la comunidad internacional a un compromiso común para superar los retrasos en su distribución y para promover su reparto, especialmente en los países más pobres”.  En las dos páginas centrales de esta edición semanal del periódico vaticano se publica íntegramente el texto del Vía Crucis animado por niños y jóvenes en la Plaza de San Pedro, en donde el Papa Francisco concluyó los ritos del Viernes Santo.

Finalmente, en el tradicional mensaje Regina Coeli del 5 de abril –Lunes del Ángel – el Santo Padre recordó su cercanía con los ancianos y los enfermos. Anteriormente, el Pontífice había comentado la página evangélica de la llegada de las mujeres a la tumba vacía de Jesús resucitado.

En este ejemplar especial del L´Osservatore se publican dos documentos sumamente importantes, ambos en la segunda página. En el primero, el Papa realizó un nuevo y fuerte llamamiento en una carta al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional para que en las vacunas prevalezca la solidaridad y no las leyes del mercado. En el texto que se publica en forma completa, el papa Bergoglio escribió: “En este último año, como consecuencia de la pandemia de COVID-19, nuestro mundo se ha visto obligado a enfrentarse a una serie de graves e interrelacionadas crisis socioeconómicas, ecológicas y políticas. Espero que vuestras discusiones contribuyan a un modelo de "recuperación" capaz de generar soluciones nuevas, más inclusivas y sostenibles para apoyar la economía real, ayudando a los individuos y a las comunidades a alcanzar sus aspiraciones más profundas y el bien común universal. La noción de recuperación no puede contentarse con una vuelta a un modelo de vida económica y social desigual e insostenible, en el que una exigua minoría de la población mundial posee la mitad de la riqueza".

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Y continuó: "Un espíritu de solidaridad mundial exige también, como mínimo, una reducción significativa de la carga de la deuda de las naciones más pobres, que se ha visto agravada por la pandemia. Reducir la carga de la deuda de tantos países y comunidades hoy en día, es un gesto profundamente humano que puede ayudar a las personas a desarrollarse, a tener acceso a las vacunas, a la salud, a la educación y al empleo…En este sentido, necesitamos especialmente una solidaridad en materia de vacunas justamente financiada, ya que no podemos permitir que la ley del mercado prevalezca sobre la ley del amor y la salud de todos. En este sentido, reitero mi llamamiento a los gobernantes, a las empresas y a las organizaciones internacionales para que colaboren en el suministro de vacunas para todos, especialmente para los más vulnerables y necesitados”.

El segundo documento que resulta fundamental para conocer la mirada de la Santa Sede en estos tiempos de pandemia, es el mensaje que, con motivo del Día mundial de Salud, pronunció el cardenal Peter Turkson, prefecto del Dicasterio para el servicio del desarrollo humano integral.  En el mismo, S.E.R. Tuckson expresó que: “Las desigualdades en materia de salud son injustas, pero también se pueden prevenir con estrategias destinadas a garantizar un acceso equitativo a la atención sanitaria, especialmente para los grupos más vulnerables y marginados. Una mayor equidad en la protección de la salud en todo el mundo sólo puede lograrse mediante un renovado compromiso moral de los países con mayores recursos con los más necesitados”.

CFT CP