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La asunción libertaria

Sonriente, Alberto Fernández se despidió del poder guinándole un ojo a Javier Milei

Lejos de las miradas nerviosas que se dedicaban Cristina Kirchner y el nuevo mandatario, cuando le tocó entrar a Fernández, las cámaras tomaron que le guiñaba su ojo derecho al líder libertario. Le puso la banda, le dio el bastón, le deseó suerte, le dio un rápido beso a Cristina y salió raudamente. Su estión era historia.

El guiño de Alberto Fernández, cuando entra a entregarle los atributos de mando a Javier Milei.
El guiño de Alberto Fernández, cuando entra a entregarle los atributos de mando a Javier Milei. | Captura Pantalla

La escena era de un nerviosismo extremo: a un lado del pequeño estrado Cristina Kirchner había leído las formalidades del traspaso del poder, dando paso al juramento de Javier Milei, hasta que la misma CFK invitó "al presidente Alberto Fernández a que haga entrega de los atributos del poder". Y así entró en escena Alberto, que lejos de las tensiones que se palpaban entre la vice y Milei, apenas el personal del Congreso lo llamó detrás de los enormes cortinados legislativos, lo primero que hizo fue guiñarle un ojo al Mandatario libertario.

Alberto Fernández saluda a Javier Milei, luego de entregarle el bastón de mando.
Alberto Fernández saluda y le desea suerte a Milei, luego de entregarle la banda y el bastón de mando.

La amistosa escena del presidente saliente se convirtió entonces en la segunda nota de color que dejó la velada de traspaso del poder, luego del impactante "Fuck You" que Cristina le había dedicado a alguien en la calle cuando ingresaba. En aquella escena la vice había bajado del auto junto a Máximo Kirchner, cuando escuchó seguramente algún grito insultante al que respondió levantando el dedo mayor de su mano izquierda.

Alberto Fernández, fiel a su estilo lejos de las crispaciones, primero le hizo ese gesto del guiño amistoso a Milei, luego también sonrió y le deseó suerte en su gestión, sonriendo de manera protocolar como una forma de bajar el telón, al fin, a una larguísima campaña política, en la que los enfrentamientos entre el líder libertario y las principales voces kirchneristas fue impiadosa.

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Alberto Fernández se despidió entonces del poder con esa foto del guiño, y la de las sonrisas, mientras lo espera el viaje a España, que será la primera etapa en busca de poner distancia del poder. Sus cuatro años de gestión ya están, para bien o mal, en los libros.

La escena final entre Milei y Cristina, ya cerca de la despedida, también fue amistosa y entre sonrisas, cambiaron algunas palabras, y hasta comentaron el detalle de las pequeñas caras de clones de Conan, el perro del libertario, que tenía el nuevo bastón presidencial. "Tenés que firmar ahí", le dijo la vice, cuya gestión también estaba terminando. Una transición en paz.

Milei le muestra a Cristina Kirchner el detalle de león en el bastón presidencial.

 

El detalle de Conan y sus clones en el nuevo bastón presidencial, que Milei le mostraba a Cristina Kirchner.
El detalle de las figuras de los perros de Javier Milei, en el bastón presidencial.

 

HB