La mezcla de agua con pintura cambió por una combinación con hipoclorito de sodio. Los camiones hidrantes que intervienen en protestas sociales para disuadirlas ahora son utilizados para la higiene de veredas y calles en distintos municipios del conurbano y zonas de la ciudad de Buenos Aires en donde el avance del coronavirus tiene las peores estadísticas del país.
La primera vez que se utilizó con esta nueva función de limpieza fue en el aeropuerto de Ezeiza, en el sector público donde llegaban y salían los pasajeros. Aún las fronteras no estaban cerradas y los turistas arribaban de países de zonas de riesgo.
El 11 de abril, el Ministerio de Seguridad de la Nación llevó el móvil hidrante Ford modelo 1119 de la Policía de Seguridad Aeroportuaria para la higienización de espacios públicos en la villa de emergencia 1.11.14, del Bajo Flores. En este barrio aún no había contagios, pero el cumplimiento del aislamiento en uno de los barrios más vulnerables de la Ciudad de Buenos Aires ya se volvía de difícil cumplimiento.
Las viviendas precarias, con falta de higiene y hacinamiento hacen difícil que el distanciamiento social se cumpla y al igual que lo que sucede en el resto de las zonas más vulnerables del país, allí la cuarentena se transita en el barrio y no en las casas. Con más de 53 mil personas, la cifra de contagiados por coronavirus en esta villa asciende hoy a 59 casos.
“El primer trabajo en los territorios lo hicimos en el barrio 1.11.14. Allí coordinamos con el Padre Juan Insausmendi, párroco de la capilla Madre del Pueblo de la Villa para llevar el camión. A partir de entonces, lo pusimos a disposición de los intendentes quienes principalmente piden que se desinfecte los lugares en los que durante el día hay mayor concentración de gente, como pueden ser las zonas en las que están las entidades bancarias y los comedores a los que se asiste a diario para retirar las raciones de comida”, explicó ante PERFIL Luis Morales, subsecretario de Intervención Federal del Ministerio de Seguridad.
En Escobar, el registro de muertes es alto, ya que son siete los pacientes fallecidos por la pandemia sobre 44 contagios. El foco de infección se desencadenó en la clínica privada San Carlos que el intendente, Ariel Sujarchuk, intervino después de detectar denuncias de abandono de pacientes y el incumplimiento de los protocolos sanitarios por parte de las autoridades al detectarse allí 23 casos.
“La irresponsabilidad de algunos generó que hoy nuestra comunidad afronte con dolor y angustia la pérdida de familiares y seres queridos”, se informó desde el municipio al conocerse las últimas muertes de internados en esta institución. Ante el avance de la pandemia, el jefe distrital extremó las medidas de higiene y solicitó al Ministerio de Seguridad la utilización de los camiones hidrantes. El jueves, se llegó a desinfectar diez kilómetros de este municipio.
El móvil cuenta con una posibilidad de carga de agua de 3000 litros que se mezclan con 30 litros de hipoclorito de sodio. Esta capacidad alcanza para higienizar un promedio de 1,5 km, por lo que los recorridos se realizan con un camión cisterna de bomberos que acompaña al hidrante para recargarlo.
Los camiones debieron adaptar los dispersores que en las protestas sociales se usan desde la parte superior y delantera del camión con el objetivo de disuadir a los manifestantes. Ahora el agua con la solución química sale por tres dispersores, “barrepie izquierdo”, “derecho” o “delantero”, según el ángulo que se necesite rociar.
El móvil ya se utilizó también en Campana y Moreno. La próxima semana recorrerá otros distritos como Malvinas Argentinas, Hurlingham y Quilmes. Mientras que, desde el Ministerio, se está pensando en adaptar otro de los camiones hidrantes para llegar a más municipios cuando los números de contagios aumenten.
