Argentina cuenta con dos fechas claves que marcaron la emancipación de España y la creación del país: el 25 de mayo y el 9 de julio, conocido comúnmente como Día de la Independencia.
El 9 de julio de 1816, en la famosa Casa de Tucumán se reunieron las Provincias Unidas de Sudamérica para resolver los conflictos internos entre Buenos Aires y las demás jurisdicciones que retrasaron el proceso independentista.
Pese a que muchos confunden el Día de la Independencia con el 25 de mayo, lo que hizo la primera junta el 1810 fue iniciar la emancipación de España, algo que terminó de concretarse en 1816 con la firma de la Declaración de Independencia.
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Quiénes estuvieron presentes en Tucumán
Las conversaciones del Congreso General Constituyente iniciaron el 24 de marzo con 33 diputados de cada región, uno cada 15 mil habitantes de cada jurisdicción.
Sin embargo, el 9 de julio, tras largas discusiones, 29 de los representantes de las provincias firmaron la Declaración de Independencia de las Provincias Unidas en Sudamérica, término amplio que permitió que otras regiones como Santa Fe, Corrientes y Entre Ríos se sumen después a la iniciativa.
La independencia del 9 de julio de 1816: entre la monarquía incaica y la república
A través de la carta fundante de la Nación, las provincias dejaron explícita su voluntad de “investirse del alto carácter de nación libre e independendiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli” y de “toda dominación extranjera” en medio de una compleja situación internacional con la restauración de las monarquías en Europa.
El otro 9 de julio: las monarquías que no fueron
A través de la Declaración, los diputados dejaron asentado: “Nos los Representantes de las Provincias Unidas en Sud-América reunidos en Congreso General, invocando al Eterno que preside al universo, en el nombre y por la autoridad de los Pueblos que representamos, protestando al Cielo, á las naciones y hombres todos del globo la justicia que regla nuestros votos: declaramos solemnemente á la faz de la tierra, que es voluntad unánime é indubitable de estas Provincias romper los violentos vínculos que las ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos que fueron despojadas, é investirse del alto carácter de una nación libre é independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli”.
De esta manera, Argentina se declaró independiente de cualquier otra nación y logró conformarse como un territorio soberano que terminó de consolidarse con la firma de la Constitución Nacional en 1853.
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