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Francia envía a Estados Unidos una segunda Estatua de la Libertad

Ya comenzó su viaje hacia América otra pequeña Lady Liberty que los franceses “obsequian” a los estadounidenses para confirmar sus votos de amistad, el próximo 4 de julio. Estará en Ellis Island, frente a la Estatua de la Libertad original. Luego la instalarán en Washington. Galería de fotos

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Estatua de la libertad. | Shutterstock-Redes

Como renovación de votos de su amistad, Francia envía a Estados Unidos una segunda Estatua de la Libertad que hasta ayer, 7 de junio, estaba emplazada delante del Museo de Artes y Oficios de París.

El nuevo regalo es una réplica de la Estatua de la Libertad original, pero “sólo” mide 2,83 metros de altura, bastante más pequeña que el coloso de 92 metros que se encuentra en la Isla de la Libertad, estado de Nueva York, desde 1886.

Ese regalo del siglo XIX, que el pueblo francés entregó al pueblo estadounidense, celebraba el primer siglo de la independencia de Estados Unidos y se terminó convirtiendo en un faro simbólico de la libertad que la nueva nación ofrecía a quienes pisaran su tierra. 

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La pequeña “Lady Liberty” francesa comenzó ayer su viaje rumbo al puerto Le Havre, desde donde partirá, el 19 de junio, hacia Estados Unidos. Por un tiempo permanecerá en Ellis Island, donde se encuentra el Museo Nacional de la Inmigración de Estados Unidos. Así, la hermana menor mirará a su hermana mayor, a un centenar de metros de distancia.

245 años de Libertad

El viaje de Lady Liberty tiene un único motivo: estar en suelo amigo el 4 de julio, cuando los estadounidenses celebren su 245 aniversario de la separación del imperio británico.

Luego Lady Liberty seguirá peregrinando hasta llegar a Washington el 14 de julio, fecha axial en el calendario galo ya que es el día en que los franceses celebran la primera toma de la Bastilla y el comienzo de la Revolución Francesa, en el lejano 1790. 

¿Cuál es el destino final de la segunda Estatua de la Libertad? En la residencia del embajador de Francia, para presidir la inauguración de un nuevo jardín francés. Allí quedará durante una década, pero luego los estadounidenses deberán devolverla –sí, es sólo un préstamo-, porque así lo determinó el Conservatorio Nacional de Artes y Oficios de París.

Más estatuas francesas

De todos modos, aunque ya dos Estatuas de la Libertad hayan comenzado su exilio americano, París no quedará despoblado de Lady Libertys: hay varias más. 

Para comenzar, hay otro original salido de la fragua del propio Bartholdi, en 1889, y se encuentra en el interior del Museo d’ Orsay
Cuando Bartholdi murió, en 1905, esta pieza de menos de 3 metros de altura, originalmente pensada para exhibir en el interior del Museo que funcionaba en el palacio Luxemburgo, todavía seguía en un sótano.

A su viuda de le ocurrió que podría “al menos” exhibirse en el exterior del Museo de Luxemburgo, en los Jardines homónimos. Y allí estuvo durante 115 años, hasta 2011, cuando dejó la intemperie y encontró cobijo en el Musée d’Orsay.

La que hoy se encuentra a cielo abierto, en los Jardines de Luxemburgo, el espacio verde más concurrido de los parisinos, es una réplica de la anterior.

Como si fuera poco, hay otra más, en la Isla de los Cisnes, cerca del puente Grenelle. Si bien los regalos no se devuelven, en 1889 un comité de amistad franco-estadounidense no tuvo mejor idea –y menos originalidad- que hacer una réplica de la Lady Liberty que resplandecía en el río Hudson y enviarla a los franceses; sería su regalo durante los festejos del Centenario de la Revolución Francesa, en 1889. 

Una curiosa réplica pequeñita, no apta para distraídos, se esconde en el pecho de la Estatua del Centauro de César, en la Plaza Michel-Debré, sexto distrito parisino.

Por último, el Museo de Artes y Oficios, al que no le bastaba sólo un ejemplar, cuenta con dos. Y uno de ellos emprendió este lunes su viaje hacia el continente americano. Durante los próximos diez años, se contentarán con su réplica. Así son los verdaderos amigos.

La Estatua de la Libertad original

Emplazada en la desembocadura del Río Hudson, la enorme obra del arquitecto francés Frédèric August Bartholdi, que él bautizó La Liberté éclairant le monde (“La libertad que ilumina al mundo”) fue, de hecho, la primera postal norteamericana que veían los inmigrantes europeos que navegaban hasta América del Norte en busca de futuro

Grover Cleveland, por entonces Presidente de Estados Unidos, la emplazó muy cerca de Ellis Island, punto de arribo de los inmigrantes. La estructura interna de la Estatua de la Libertad, que pesa 225 toneladas, fue responsabilidad de Gustave Eiffel.
En 1924 fue declarada Monumento Nacional de Estados Unidos y en 1984, Patrimonio de la Humanidad.