Luego de muchas idas y venidas, finalmente el ministro del Interior de Francia, Christophe Castaner, anunció que esta semana se ultimarán los detalles del nuevo pase sanitario que deberá llevar consigo cualquier francés mayor de 16 años y que acreditará ante cualquiera que ha cumplido con el esquema de vacunación completo a su edad y condición de salud.
Para la mayor parte de la población francesa, el pase vacunal remplazará al pase sanitario que, a partir de esta semana entonces, sólo sería legítimo para los jóvenes entre 12 y 15 años de edad.
El pase vacunal será indispensable para ingresar a espacios gastronómicos y culturales, salones de entrenamiento físico, eventos deportivos e incluso para poder viajar en tren y avión dentro de Francia.
En Francia dejarán de solicitarse los hisopados y testeos que arrojen un resultado negativo de Covid-19 para poder trabajar o circular en cualquier ámbito.
“Sin duda de aquí al final de la semana, si todo sale bien, entrará en vigor el pase vacunal”, indicó Castaner para comentar la labor de la Asamblea Nacional que, ayer domingo, sesionó para sacar este nuevo pase tan controvertido para algunos sectores.
En julio del año pasado, similar ola de críticas y disconformidad desató el planteo del pase sanitario. Ahora, la mayor oposición al nuevo proyecto de ley del pase estuvo encarnada por los partidos de izquierda.
“A la merde”, dijo Macron
El viernes pasado, el presidente Emmanuel Macron se expresó al respecto durante una conferencia de prensa en París y fue la comidilla de muchos medios gráficos y audiovisuales, que retomaron sus palabras por haber utilizado una expresión coloquial (“emmerder”, afijación verbal de “merde”, universalmente traducido como “mierda”) al calificar la negativa de algunos franceses a vacunarse.
El presidente hablaba sobre su estrategia para presionar a los anti-vacuna, para que fueran a buscar sus dosis.
Emmanuel Macron reconoció que el término “emmerder” pudo haber encolerizado a sus rivales políticos, pero declaró que él asumía la entera responsabilidad de sus palabras. El presidente, de 44 años, se presentaría para una reelección a su cargo este año y es consciente de que sus rivales políticos utilizarán todo lo que tengan a mano para hacerlo trastabillar.
“Cuando algunos hacen de su libertad (…) un slogan, no solamente ponen en peligro la vida de los otros, sino que retringen la libertad de los otros y eso, yo no puedo aceptarlo”, dijo el viernes en relación a los no vacunados.
“Vacunar, vacunar, vacunar”, insistió Macron poniendo sobre la mesa su estrategia para enfrentar la gran cantidad de infectados en Francia, el segundo mayor número de Europa (por poca diferencia detrás del Reino Unido), a pesar de que el 77% de la población está vacunada y que, el 91% entre ellos con un calendario de dosis al día.
Pase sanitario en Francia
El sábado, Francia informó que 14.283.514 habitantes tenían coronavirus, dato que incluía a los 278.129 personas positivas del viernes pasado.
"Las palabras del presidente de la República me parece que se quedan muy cortas ante el enfado de una amplísima mayoría de franceses ante esta elección de oponerse a la vacuna. Cuando se habla con los franceses hoy en día, muchos de ellos dicen que las personas que deciden no vacunarse ni siquiera deberían ser atendidas," opinó el portavoz del ejecutivo francés, Gabriel Attal.
Para quienes “hagan trampa” usando el pase vacunal de otra persona, habrá multas de 1.000 euros. Hasta ahora la multa para el uso indebido del pase sanitario era de 135 euros.
Quienes falsifiquen un pase vacunal se arriesgarán a 5 años de cárcel y a una multa de 75.000 euros. La ley contempla de todos modos que, a quienes "se arrepientan" por su acto ilegal y se comprometen a vacunarse completamente se les podría perdonar la sanción de la multa.
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