Como respuesta concreta al colectivo de protestas #HollywoodSoWhite, que comenzó a manifestarse antes de la entrega de los premios Oscar, a George Clooney se le ocurrió una idea. Y ni siquiera él mismo pensó que iba a tener tanta repercusión: crear una escuela de cine en Los Angeles, pero con salida laboral en Hollywood.
Así fue como el actor, director y también productor de cine ya está en condiciones de decir que en el otoño del 2022, la Escuela de Producción de Cine y Televisión Roybal abrirá sus puertas con 120 alumnos. Y será una institución pública con profesores que son profesionales de la industria cinematográfica. Las materias serán iluminación, diseño computarizado, sonido, efectos especiales, producción, utilería, etc.
Para arrancar, contará con un presupuesto de US$ 7 millones y se ofrecerán pasantías en todos los niveles del plan de estudios, para garantizar que las lecciones teóricas del aula tengan salida laboral. Así, estos adolescentes que provendrán de sectores de pobreza, podrán estudiar algo que tenga inmediata salida laboral y ayudar a sus familias.
Escuela con salida laboral
"Pensamos que iba a ser un proceso largo. En cambio, nos encontramos abriendo una puerta", dijo George Clooney al periódico The New York Times, el medio que eligió para hacer pública esta iniciativa, a la que ya se sumaron sus colegas Eva Longoria y Kerry Washington, además de otras celebrities del cine y la televisión de Estados Unidos.
Esta iniciativa marca sin dudas un punto de inflexión en el compromiso de la industria cinematográfica con la gran cantidad de chicos en la pobreza que, según las estadísticas, viven en la ciudad de Los Angeles.
El superintendente escolar de Los Angeles, Austin Beutner, hizo un llamado a combatir las necesidades de la comunidad con un enfoque filantrópico y algunos, se hicieron eco. La industria del entretenimiento decidió participar más activamente y repartir de otro modo la fortuna que recauda la ciudad de Los Angeles, con acentuadas diferencias sociales.
Según datos recientes, la pandemia golpeó fuertemente al distrito escolar de Los Angeles, el segundo de Estados Unidos, con un 80% de estudiantes viviendo en la pobreza; entre ellos, 100.000 pertenecen a comunidades de inmigrantes.
Aunque buena parte de los estadounidenses celebraron la iniciativa de George Clooney y otros famosos, otros creen que la caridad de los ricos no puede sustituir la justicia social ni resolver un problema de más larga data.
40 millones de pobres
Que 120 jóvenes estudien cine y puedan conseguir trabajo en Hollywood, sin duda, no resuelve un problema inquietante, también en Estados Unidos. Que una gran potencia no pueda erradicar o realmente combatir la pobreza es algo que sigue alimentando debates y desconciertos.
Lo cierto es que desde que el presidente Lyndon B. Johnson declarara, en 1964, una "guerra incondicional contra la pobreza", pocos se explican cómo puede Estados Unidos seguir albergando en su suelo casi 40 millones de pobres, el 12% de su población total.
Los programas de bienestar social, que incluyen seguro de desempleo y reparto de cupones de alimentos, resultan insuficientes. En Estados Unidos, además, tener un empleo no significa poder acceder a un seguro de salud.
Los costos médicos y los requisitos de la ayuda estatal sanitaria –Medicaid- son ambos tan extremos que algunos prefieren no tener trabajo para recibir atención médica. Además, no existe la ayuda social por hijo a cargo.
La pandemia golpeó duro a Estados Unidos: a la merma laboral se suman los altos costos médicos y la cantidad de hijos de inmigrantes que no acceden a la escuela ni la salud.
Habitualmente sobrevuela el mensaje de que las personas pobres lo son porque no trabajan lo suficiente, toman malas decisiones, no se capacitan o directamente no tienen las agallas para salir de esa situación. Otro fantasma que sobrevuela el inconsciente colectivo es que la mayoría de los pobres son inmigrantes; algo relativamente cierto, pero no 100% cierto, ya que también hay “blancos” por debajo de la línea de pobreza.
Un estudio reciente realizado en Baltimore, por el Kids Count Data Center, determinó que 11% de los niños blancos que viven en EE.UU. están en la pobreza; pero otros la pasan peor: en la comunidad negra, conforman un 32% los chicos debajo de la línea de pobreza y 26% entre los latinos
Según los analistas, esto hace que los blancos no sientan el impulso de ayudarlos. Una conclusión que no siempre funciona, ya que las conductas sociales son imitables. Sobre todo, si la primera piedra la tira un famoso como George Clooney.
mm / ds