Para el ministro de Economía, Martín Guzmán, fue una semana plagada de matices. Por un lado, se sintió fortalecido, otra vez, por el presidente Alberto Fernández, quien defendió las bondades del plan antiinflacionario en su gira por Europa.
Allí, además, ofreció energía “made in Argentina” tal como le había sugerido el ministro antes de que se subiera al avión rumbo a España, Alemania y Francia. Por otro, recibió palmadas en el hombro del Círculo Rojo y el contenedor apretón de manos del embajador de los Estados Unidos, Marc Stanley, en el encuentro anual de Amcham. Fue una señal en medio de la primera revisión técnica del FMI, que está supervisando las cuentas del primer trimestre. De esa venia depende el próximo desembolso y en el Gobierno todo el optimismo respecto de la eventual aprobación.
Sin embargo, la Argentina es sin dudas una paleta de fuertes contrastes.
El dato de que la inflación fue en abril del 6% según el INDEC y que eso acumuló en solo cuatro meses un 23,1%. Solo dos países superaron en abril los aumentos argentinos: Zimbabue y Turquía; ni siquiera Ucrania y Rusia tienen esos incrementos estando en Guerra.
“Escuché a Guzmán decir que no tiene apoyo político”, disparó Máximo K
Este viernes, Guzmán sumó más fuego amigo y ya no se trató del grupo energético vinculado con el cristinismo que lo corre por izquierda frente al aumento de tarifas. La escalada trepó.
En un acto del PJ bonaerense en Lanús, Máximo Kirchner, le disparó directo. “ Escuché a Guzmán decir que no tiene apoyo político. Pero tiene el apoyo del FMI, de Kristalina, del Presidente, de las centrales obreras y de Clarín. ¿Qué más apoyo quiere?”, dijo el diputado y primogénito de la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Máximo K dejó la presidencia del bloque de diputados oficialistas con fuertes críticas a Guzmán por la letra del acuerdo con el Fondo Monetario, que contempla una reducción del rojo fiscal.
No fue el único que destinó artillería al timonel del Palacio de Hacienda. También ayer el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, le reclamó a Guzmán un a urgente suba del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias.
La respuesta de Economía no se hizo esperar. Mediante un comunicado Hacienda respondió que ese pedido “es una obviedad”.
Hay chicanas cruzadas dentro del fuego amigo en los pasillos del Gobierno. Sostienen que el ministro está furioso y que hubo una filtración desde el Palacio de Hacienda acerca de que Guzmán ya venía trabajando en una suba de ese impuesto y que Massa se adelantó en el juego público de la política. Hay más. Esta semana el titular de Diputados organizó un asado en su casa de Tigre con varios economistas y no invitó a Guzmán.
“Es una obviedad”, retrucó el ministro al pedido del titular de Diputados
Este combo de situaciones habría provocado que el tono monocorde del ministro se haya quebrado en las últimas horas. La reapertura de paritarias, los bonos a los jubilados incluso la modificación de Ganancias que impone la ley aprobada por la Cámara Baja son iniciativas atribuidas al Palacio de Hacienda que habrían sido apropiadas ahora por el ala política para continuar cascoteando al ministro.
Hay quienes observan diferencias y semejanzas entre el estilo del ministro y el del timonel de Diputados. Sin dudas, ninguno de ellos milita la modestia excesiva. A Massa se le atribuyen tácticas políticas de las que el ministro carece, aunque al titular del Palacio de Hacienda se le otorga la sangre fría del estratega. Lo que parece quedar claro es que el timonel de Economía, quien insiste en que la actividad económica crecerá este año, empezó a sentirle le gusto al juego de las declaraciones públicas que le habilitó el propio Presidente. De hecho, el jueves vía zoom en la medianoche parisina y la tarde porteña ambos habrían intercambiado celebraciones sobre el partido de fútbol en el que Argentinos le ganó a Estudiantes por penales favoreciendo a Gimnasia. El Presidente tuiteó desde Francia sobre ese resultado.
Volviendo a la arena política nacional, ayer Guzmán, señaló que el Gobierno cumplirá con la ley que actualiza por inflación el piso para el pago del impuesto a las Ganancias de los trabajadores en relación de dependencia pero evitó pronunciarse sobre el pedido de adelantamiento de plazos.
“Es una obviedad que se actualizará el piso a partir del cual los trabajadores en relación de dependencia pagan Ganancias en función de la evolución de la inflación”, aseguró el funcionario en declaraciones a la prensa.
La respuesta elude el pedido concreto de Massa, quien le envió una carta pidiendo que se adelante la aplicación de la actualización y además deslizó la sugerencia de cuál debiera ser el nuevo piso.
De acuerdo a la ley el piso del impuesto a las Ganancias para trabajadores de la cuarta categoría se realiza en enero de cada año, pero el Ejecutivo está facultado a modificarlo por decreto. Así sucedió el año pasado. “Se hará tal como estipula la ley”, afirmaron desde el Palacio de Hacienda.
El Fondo, de revisión
R.P.
El dólar blue retrocedió en el día de ayer $1 y cerró su cotización a la baja con $202,50 para la venta. En lo que va del año 2022, el precio del billete informal acumula una baja de $5,50 o 2,6% con relación al cierre del año pasado.
El dólar mayorista se ubicó en los $117,40, por lo cual la brecha cambiaria respecto del blue es del 73,3%. En el mercado minorista, la moneda norteamericana se vende a un promedio de $122,94 y el solidario cotiza a $202,95. Las cotizaciones financieras operan con tendencia alcista: el contado con liquidación lo hace a $210,04 y el MEP a $207,62.
Esto ocurrió en la semana en que comenzó la primera revisión del acuerdo con el Fondo sobre las cuentas del primer trimestre, que continuará la semana próxima. De manera virtual, el equipo económico y los técnicos del organismos discuten la letra chica.
El Gobierno descuenta que la van a aprobar y es condición indispensable para el siguiente desembolso con la que Argentina tendrá que afrontar el próximo vencimiento de la deuda.
Por otra parte, el BCRA elevó a 49% anual la tasa de interés de referencia.