Hace 110 años, Jorge Newbery lograba el récord sudamericano de ascenso en globo: alcanzó los 5100 metros. El 5 de noviembre de 1912 batió el récord de duración, distancia y altura en globo libre.
Jorge Newbery provenía de una familia de alto nivel social. Se puede decir que fue la primera figura popular de la Argentina. Estudió en un colegio tradicional en Olivos, la escuela escocesa San Andrés. En los Estados Unidos ingresó a la Universidad de Cornell, donde se graduó de Ingeniero Electricista. También allí practicó varios deportes como box, lucha grecorromana, esgrima, pedestrismo, fútbol, rugby, polo.
Transcurrida su primera juventud, Jorge Newbery descubrió en la aerostática su laurel.
Jorge Newbery, ídolo popular y dandy
En París realizó trabajos sobre la lamparita eléctrica, y conoció al brasileño Dumont, que es el precursor de la aerostática y la aviación. Su vida transcurrió entre el deporte, su labor de funcionario público, y su trabajo de investigación. Frecuentaba la noche porteña, pero no solo los salones aristocráticos, sino también los populares. El tango arrancó y los letristas cantaban la historia de Newbery.
En principio lo apodaban el Loco de los globos por su obsesión por ellos. Trató de captar adeptos, conseguir que su hermano Eduardo se alistase con él. Con Pampeano Eduardo Newbery realizó varios vuelos pero el 17 de noviembre de 1908 con su amigo Tomas Owen partieron del Campo Ombúes y nunca jamás se supo de ellos. Quedó en la soledad de esta actividad, por un tiempo. Se reconstruyó el Aero Club, y el presidente fue Jorge Newbery.
Voló el Huracán el 27 de diciembre de 1909, batió el récord sudamericano de duración y distancia al unir Belgrano con la localidad brasilera de Bage. Un club de fútbol al nacer adoptó su nombre y la insignia de su globo. Jorge Newbery obtuvo por su récord medalla de oro.
Descubrió el aeroplano, realizó maniobras conjuntamente con los militares. De pronto ya no lo llamaban “el loco de los globos”, sino "el precursor". Se transformó en un ídolo popular de los porteños. Cada vez que llegaba a la Sportiva para emprender un vuelo en globo la multitud se apiñaba a contemplarlo con éxtasis.
Ante la prensa declaró: “No voy a cruzar la cordillera en globo”. Falleció siendo muy joven, a la edad de 38 años, al intentar cruzar la cordillera de los Andes, con un aeroplano, en un vuelo de prueba de altura. Su espíritu aventurero nunca murió.
MM / ED