El viaje del ex presidente Mauricio Macri a Francia, acompañado de Juliana Awada y la hija de ambos, Antonia, desató todo tipo de especulaciones a partir de que aquel país mantiene sus fronteras cerradas con la Argentina. Y sobre todo, por la vigencia del decreto del Gobierno nacional que limita el cruce de los límites nacionales desde marzo, con el fin de reducir el tránsito con el exterior en medio de la pandemia. Lo cierto es que hoy las restricciones sobre las fronteras no pesan cuando se intentan cruzar hacia el exterior. Como así tampoco para los argentinos que deseen ingresar, siempre que consigan la forma de alcanzar los puntos de acceso sorteando las trabas —hoy menores que en meses pasados— en el transporte internacional.
Según explicaron a PERFIL desde la Cancillería y el Ministerio del Interior de la Nación, responsable de la Dirección Nacional de Migraciones, no hay traba legal alguna para la salida de los argentinos del país si el destino de arribo preserva sus fronteras abiertas para los extranjeros. Caso contrario, se requiere gestionar una autorización a través del consulado de aquel país en la Argentina, y presentarlo al momento de hacer el trámite de Migraciones. Fuera de eso, no se pide permiso especial alguno por parte de las autoridades argentinas.
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Francia abrió sus fronteras con Europa desde el 15 de junio. Y a partir del 1 de julio, hizo lo mismo con el resto del mundo, aunque en forma parcial. La información publicada en la web de la embajada de aquel país en Buenos Aires especifica que solo pueden ingresar al país los residentes en Australia, Canadá, Georgia, Japón, Marruecos, Nueva Zelanda, Ruanda, Corea del Sur, Tailandia, Túnez y Uruguay. "Hasta nuevo aviso, Argentina y Paraguay no hacen parte de la lista", se explica en el sitio.
No obstante ello, establece ciertas excepciones con quienes tienen la nacionalidad francesa o de la Unión Europea. También aquellos que provengan de un tercer país y posean un permiso de residencia o un visado de larga estancia francés o europeo válido, con residencia principal en Francia o en un país del bloque al que estén regresando vía Francia. Por último, contempla, entre sus asteriscos, al personal diplomático y de organizaciones internacionales con sede en el país, junto a sus familias; profesionales sanitarios extranjeros que colaboren en la lucha contra la Covid-19; tripulaciones aéreas, transportistas y marinos.
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Macri partió hoy por la tarde a bordo del vuelo AF229 de Air France rumbo a París. Tiene previsto arribar al aeropuerto Charles de Gaulle poco después de las 7 de la mañana. Según trascendió, su destino final sería Suiza, para una actividad en calidad de presidente de la Fundación FIFA. Aquel país demanda una cuarentena previa de 14 días en suelo europeo que Macri, Awada y su hija cumplirían en París.
Ya el viaje de Macri a Paraguay hace dos semanas despertó interrogantes dadas las restricciones que ese país mantiene para los extranjeros. Tan solo unos días antes, el 9 de julio, el gobierno paraguayo diseñó un permiso que muchos juzgaron "a medida" del ex presidente, dada la influencia que retiene en su país el empresario Horacio Cartés, anfitrión del encuentro. El paso de de Macri por Asunción, de apenas unas horas, dejó heridas políticas que siguen supurando en tierra guaraní y muchas preguntas, en estas orillas, respecto a los motivos del viaje. Recién el 28 pasado Macri completó la cuarentena obligatoria por aquel periplo.
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Tras el aluvión de consultas, por parte de los medios, Interior divulgó entonces una explicación oficial similar a la actual en cuanto a que no hay orden legal que restrinja la salida de argentinos al exterior siempre y cuando cuenten con la autorización de ingreso al país de destino. Incluso aclararon que todos los que salen deben firmar una declaración notificándose que, a raíz de la pandemia, el Estado no garantiza su repatriación y que deben cumplir con el proceso de ser autorizados por Cancillería, Salud, Anac y Migraciones, a través de los consulados, para retornar por vía aérea. A ello le sigue la reclusión obligatoria de 14 días.
No solo Macri y otras figuras públicas han viajado al extranjero en los últimos meses de pandemia. También diversos ciudadanos argentinos tuvieron que gestionar las autorizaciones consulares pertinentes para practicarse operaciones programadas o resolver cuestiones familiares en medio de la emergencia. Por caso, una ciudadana argentina fue recientemente autorizada a viajar a Uruguay con el fin de acreditar un vínculo de parentesco con su padre, gravemente enfermo, y permitirse el viaje de ambos a la Argentina. Así como otro compatriota solicitó que se le permitiera cruzar hacia Europa para reunirse con su pareja e hijo y, bajo la figura de la reunificación familiar, retornar al país.
MB / DS
