Juan Carlos Rodríguez, el único acusado por el crimen de la nena de 11 años abusada y asesinada durante la noche de Año Nuevo en San Juan, se presentó este martes 4 de enero a la primera audiencia del caso. “Me la mandé”, confesó después del crimen.
Según pudo conocer el Diario de Cuyo, Rodríguez se presentó ante el juez a cargo de la causa, Alberto Caballero, con una actitud de nerviosismo e incluso algunos temblores. Al principio de dicha audiencia, el fiscal Iván Grassi reconstruyó lo ocurrido.
“El relato estremece hasta las entrañas. Después del festejo, la menor se fue a dormir a casa de su tía, ubicada en el mismo predio de su vivienda. Momentos más tarde, el primo ingresó a la vivienda de su mamá, donde dormía la menor", procedió a relatar.
A continuación, agregó para seguir con la narración: "Se aprovechó esa situación y con grave desprecio al género la sacó del lugar para llevarla 80 metros al Este hasta un descampado. Allí la viola y la apuñala 11 veces en cuello y rostro".
"Después la arrastra, deja semidescubierta, esconde el cuchillo y huye”, completó el fiscal. Una vez aclarado lo acontecido, sumó lo contado por testigos: “A las 6 se fue a la casa de la mamá. Lo vieron llegar con manchas de sangre y dijo ‘me la mande’”.
“Una mujer lo vio a las 7, y dijo que se metió al canal con sangre en las manos. También lo observó regresar del descampado un hermano, quien dijo que estaba descalzo, con tierra y sangre. A él, el imputado le aseguró que había peleado", detalló Grassi.
En la misma sintonía de la primera de las confesiones, otra de las personas que divisó a Rodríguez luego de cometer el asesinato lo escuchó decir: "Me la mandé, la maté”. Y afirmó que, según las pericias, “el imputado entiende la criminalidad de sus actos”.
Finalmente, el fiscal le pidió al juez que Rodríguez sea acusado por “abuso sexual con acceso carnal con homicidio triplemente agravado, por alevosía, criminis causa y violencia de género”. Junto a ello, solicitó un año para investigar el crimen.
En adición, consideró justo emitirle la pena de un año de prisión preventiva, a lo que se le suma el traslado inmediato al Servicio Penitenciario. Hugo Trigo, defensor del primo de la niña abusada y apuñalada, dijo que el acusado no iba a hablar.
A lo largo de la sesión, tampoco objetó en contra del plazo de investigación presentado por la Fiscalía ante la Justicia. En cambio, el defensor solicitó la prisión domiciliaria para el presunto homicida. Ahora, el juez deberá determinar las medidas a seguir.
JFG