El 24 de marzo de 1976 comenzó la última dictadura militar de la Argentina. Duró casi ocho años completos en los que desapareció a 30.000 personas y se apropió de 500 niños. Paralelamente, devastó económica y simbólicamente al país.
Cómo fue el derrotero que hizo posible el desenlace brutal que llevaron adelante las Fuerzas Armadas en el país.
16 de junio de 1955: Masacre de Plaza de Mayo
Juan Domingo Perón estaba atravesando su segunda presidencia y, si bien la popularidad que había logrado en su primer Gobierno, estaba decayendo, los sectores más poderosos que tenían otro proyecto social y económico buscaron precipitar la caída del peronismo. El 16 de junio de 1955, bombardearon la Plaza de Mayo y la Casa Rosada. En ese evento, que se conoció como la Masacre de Plaza de Mayo fueron asesinados más de 300 civiles. Perón fue derrocado en septiembre de ese mismo año y asumió la autoproclamada Revolución Libertadora.
1959: Revolución y lucha armada
La realidad de Argentina no era aislada, en todo el mundo, luego de las dos guerras mundiales la sociedad estaba convulsionada. La posibilidad de los gobiernos totalitarios, el avance del poderío de Estados Unidos y el avasallamiento de los países tercermundistas dio como consecuencia el surgimiento de organizaciones revolucionarias.
En este contexto, el triunfo de la Revolución Cubana en enero de 1959, se transformó en inspiración para muchas organizaciones sociales de Latinoamérica y la “guerra de guerrillas” o “lucha armada” se incorporó como la única salida viable en la cabeza de diferentes militantes, incluso en las organizaciones peronistas.
15 de junio de 1973: “Cámpora al gobierno, Perón al poder”
Mientras Juan Domingo Perón se encontraba exiliado en España, los espacios políticos afines a su figura empezaron a crecer y a tener ideas muy diferentes de lo que el peronismo significaba. Para algunos era el caudillo de las organizaciones sindicales, para otros un aliado desarrollista para garantizar la paz en las industrias y espacios de trabajo, y para otros más, era el líder de una futura revolución armada.
Como su nombre estaba proscripto en 1973, cuando se realizaron las elecciones, se llevó a cabo una campaña que decía “Cámpora al gobierno, Perón al poder”, que significaba que la lista la encabezaría Héctor “el tío” Cámpora, pero quien llevaría las riendas del país sería Perón. La elección fue un triunfo para los que abrazaban las esperanzas de que de la mano del “El General” hubiera una transformación del país, sin embargo, no esperaban la transformación que efectivamente ocurrió.
20 de junio de 1973: Masacre de Ezeiza
Tras 18 años de exilio, Perón regresaba a la Argentina. Pero, como en su ausencia se gestaron múltiples movimientos que adecuaban la “doctrina peronista” a sus aspiraciones ideológicas, cuando llegó el momento de recibirlo, todos estos espacios se disputaron la bendición de “su” caudillo.
El resultado fue un enfrentamiento en Ezeiza entre los que se denominó la izquierda y la derecha peronista. Esta escalada de violencia fue la antesala de lo que iría agravándose en los años posteriores.
Posteriormente, el presidente Cámpora renunció y se convocaron nuevas elecciones sin proscripciones. Perón se presentó junto a su esposa Isabel Martínez como candidatos a presidente y vicepresidenta, respectivamente, en septiembre de ese año. Su lista logró un amplio triunfo y Perón asumió el Gobierno en octubre de ese mismo año. Falleció a mediados de 1974, dejando la presidencia en manos de la vicepresidenta.
Golpes de Estado en Latinoamérica
En 1976, Argentina era el único país del Cono Sur que tenía un Presidente elegido en elecciones. Bolivia, Brasil, Chile, Perú, Paraguay, Ecuador y Uruguay estaban gobernados por golpes militares.
23 y 24 de marzo 1976: las últimas horas de democracia
El martes 23 de marzo de 1976, el entonces ministro de Defensa, José Deheza, que llevaba apenas 12 días en el cargo, recibió en su despacho a los jefes de las tres Fuerzas Armadas: Jorge Videla (Ejército), Eduardo Massera (Armada) y Orlando Agosti (Aeronáutica). En el encuentro, el funcionario pidió a los líderes militares que desmintieran los rumores de un golpe de Estado. Sin embargo, no logró su objetivo.
La presidenta, María Estela Martínez de Perón, encabezó una última reunión de Gabinete para escuchar el informe de Deheza. A la madrugada se iría a la Quinta de Olivos a bordo del helicóptero presidencial. Esto no pudo ser, ya que a pocos minutos del despegue de la terraza de Balcarce 50, los pilotos de la aeronave se desviaron hacia el Aeroparque Metropolitano, aduciendo supuestos desperfectos técnicos.
En la terminal aérea porteña, la mandataria era esperada por el general José Villarreal, el almirante Pedro Santamaría y el brigadier Basilio Lami Dozo, que la detuvieron y avisaron a las Fuerzas Armadas que ya podían tomar por asalto la Casa Rosada.
El 24 de marzo, se perpetró el golpe de Estado en Argentina que depuso los tres poderes constitucionales e instauró una dictadura cívico-militar que se autodenominó Proceso de Reorganización Nacional y se caracterizó por implementar un plan sistemático de terrorismo de Estado, que permaneció en el poder hasta diciembre de 1983.
Fue uno de los genocidios más sangrientos, ya que implementó tortura, desapariciones, violaciones, secuestro de niños, entre otras atrocidades. Se trató de una dictadura que duró casi ocho años completos, desapareció a 30.000 personas, se apropió de alrededor de 500 niños y, paralelamente, devastó económica y simbólicamente al país.
1977: nacen las Madres de Plaza de Mayo
Desde el último gobierno de Perón y la creación de la Alianza Anticomunista Argentina, una fuerza paramilitar que perseguía a quienes consideraba opositores, a la instauración del golpe del 76, comenzaron los secuestros y desapariciones.
Es así como las madres de jóvenes desaparecidos comenzaron a encontrarse y caminar juntas en la Plaza de Mayo para luchar por recuperar a sus hijos. De esta manera, dieron nacimiento a una de las organizaciones de Derechos Humanos más emblemáticas: Madres de Plaza de Mayo.
1983: vuelta de la democracia
En 1983, tras la derrota de Malvinas ocurrida el año anterior, se vuelve a convocar a elecciones y el radical Raúl Alfonsín obtiene el triunfo. Quedaba en sus manos la responsabilidad de que ese pasado reciente no se olvidara y que fueran juzgados los responsables.
1985: Juicio a las Juntas Militares
Un 9 de diciembre de 1985, la Justicia argentina logró condenar por primera vez en la historia al terrorismo de Estado con la sentencia de cinco comandantes que encabezaron la dictadura militar más sangrienta.
La causa fue llevada adelante por el fiscal Julio César Strassera y su adjunto, Luis Moreno Ocampo, quienes debieron enfrentarse a la fuerte influencia que aún mantenían los generales en el poder en medio de un frágil sistema democrático.
24 de diciembre de 1986 y 4 de junio de 1987: ley de Obediencia Debida y Punto Final
La Ley de Punto Final (23.492) fue promulgada el 24 de diciembre de 1986 por el entonces presidente Raúl Alfonsín. Esto implicaba la finalización de los procesos judiciales contra los imputados de ser autores penalmente responsables de haber cometido el delito de desaparición forzada de personas durante la dictadura.
La Ley de Obediencia Debida (23.521), que también fue dictada por Alfonsín el 4 de junio de 1987, le quitaba responsabilidad a los integrantes de las Fuerzas Armadas que estuvieran cumpliendo órdenes de sus superiores.
1995: Hijos de desaparecidos
Los hijos de los desaparecidos dejaron de ser niños y se convirtieron en adolescentes y jóvenes que también querían justicia por lo que había ocurrido con sus padres. Ellos se organizaron bajo la sigla H.I.J.O.S. y comenzaron a implementar los “escraches”, ya que los represores y asesinos de sus padres y madres estaban en libertad. Ellos proponían identificarlos y señalarlos para que no vivieran su libertad como si no cargaran con sangre en sus manos.
21 de agosto de 2003: nulidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final
En 2003, el Senado de la Nación sancionó la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, la 23.492 y la 23.521, que impedían que se juzgue a los responsables de los delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar. El 2 de septiembre de ese mismo año, el Poder Ejecutivo a cargo del entonces presidente Néstor Kirchner, promulgó la ley 25.779 que declaró la nulidad de las leyes.
2002: Creación del Día de la memoria por la verdad y la justicia
El Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia es el día en el que se conmemora en Argentina a las víctimas de la última dictadura militar.
La fecha fue establecida en el año 2002 por Ley de la Nación 25.633, cuyo artículo 1º establece: “Institúyase el 24 de marzo como Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia en conmemoración de quienes resultaron víctimas del proceso iniciado en esa fecha del año 1976".
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