La presencia del obispo Gustavo Zanchetta, investigado por abuso sexual y abuso de poder contra seminaristas adultos, en los ejercicios espirituales con el papa Francisco y la curia en Ariccia (Roma) despertó polémica en el ambiente católico. Plantearon la cuestión publicaciones católicas como el británico Catholic Herald, al que se hizo eco luego el sitio conservador estadounidense LifeSiteNews, que afirma que Zanchetta "es un amigo personal de Francisco".
La situación de Zanchetta, de 55 años, causó mucho debate en los últimos meses por las decisiones pontificias al respecto. Nombrado por Jorge Bergoglio obispo de Orán (Salta) en 2013, Zanchetta se alejó de su diócesis en 2016 por presuntos problemas de salud, y en 2017 el papa lo nombró "asesor" de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), un cargo hasta entonces inédito.
"Los informes basados en entrevistas y documentación muestran que el Papa Francisco había visto evidencia del comportamiento ambiguo del Obispo Zanchetta, incluyendo evidencia fotográfica y quejas que acosó sexualmente a los seminaristas, tan pronto como 2015", hace notar el Catholic Herald. El diario El Tribuno de Salta publicó documentos que mostraban que Zanchetta tenía en su teléfono celular imágenes de él mismo masturbándose y pornografía gay con jóvenes que participan en actividades sexuales.
Francisco, que según las investigaciones ya sabía de la conducta de su amigo, aceptó la renuncia de Gustavo Zanchetta el 1 de agosto de 2017 después de que sacerdotes de la provincia de Salta denunciaron “autoritarismo” y un exvicario, el rector de un seminario y otro prelado enviaran al Vaticano informes sobre de supuestos abusos de poder, conducta inapropiada y acoso sexual a seminaristas mayores de edad, dijo el exvicario.
A finales de 2018 se supo que el religioso había sido acusado por tres seminaristas de violencia sexual y otros diez abusos de poder, así como mala gestión financiera. En enero de este año el director de la sala de prensa vaticana Alessandro Gisotti dijo que las acusaciones contra Zanchetta llegaron al Vaticano meses después de su nombramiento en la APSA, y que había en su contra acusaciones de "autoritarismo", mientras su renuncia a Orán se debía a su dificultad para manejar la relación con el clero diocesano.
En todo caso una investigación previa sobre las denuncias de abuso sexual había sido abierta y, agregó Gisotti, mientras estuviera en curso "monseñor Zanchetta se abstendrá del trabajo". Una "abstención" que ahora no le impidió unirse al retiro en Ariccia con el papa y otros cardenales. Recientemente además el ex vicario general de la diócesis de Orán, Juan José Manzano, contó que la Santa Sede conocía la conducta inapropiada de Zanchetta desde 2015.
Manzano, quien fuera alguna vez el vicario general de Zanchetta, reconoció que él fue uno de los funcionarios diocesanos que informó sobre los comportamientos de su jefe en 2015 y envió al Vaticano las imágenes digitales que el exobispo se había tomado. Manzano dijo que él fue una de las tres personas que presentaron una segunda denuncia ante la nunciatura apostólica del Vaticano en Buenos Aires en mayo o junio de 2017, cuando “la cosa estaba mucho más grave (con Zanchetta), no sólo porque hubiera habido alguna cuestión de abuso sexual... lo que había era un ‘in crescendo’ de medidas que conducían la diócesis al abismo”.
D.S.
