La Justicia argentina pidió a Uruguay preservar un avión hallado en ese país, señalado por haber trasladado a detenidos en el marco del Plan Cóndor de colaboración entre regímenes militares sudamericanos en las décadas de 1970 y 1980. Si bien una parte de la aeronave fue desmantelada en 2013, se pidió su resguardo en el marco de la investigación de causas de lesa humanidad.
El avión se hallaría en el aeropuerto internacional Ángel S. Adami de Melilla, en las afueras de la capital uruguaya, Montevideo, precisa el documento emitido por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 7 de Buenos Aires.
El exhorto internacional, firmado el 15 de junio pasado por el juez federal Sebastián Casanello, solicita "a las autoridades jurisdiccionales uruguayas competentes" que dicten "una medida cautelar que disponga preservar el estado actual del avión".
Se trata de un Hawker Siddeley HS-125 modelo 400B con código de identificación 5-T-30 y 25251, “que fuera registrado con la matrícula 0653".
Días atrás, Argentina recuperó otra aeronave utilizada durante la dictadura militar: el avión Skyvan PA-51, utilizado para los "vuelos de la muerte", desde donde se arrojó con vida al Mar Argentino a un grupo de 12 personas el 14 de diciembre de 1977, incluyendo a las tres Madres de Plaza de Mayo Azucena Villaflor, María Ponce de Bianco y Esther Ballestrino de Careaga y a las monjas francesas Leonie Duquet y Alice Domon.
El avión fue comprado por un empresario estadounidense que conservó las piezas originales y conservado hasta hace unas semanas en un hangar en Dekalb, cerca de Chicago.
Cómo se encontró el avión en Melilla, Uruguay
Casanello, que investiga causas por el Plan Cóndor, libró el exhorto tras tomar declaración al uruguayo Sebastián Santana, quien dio cuenta del hallazgo.
El avión fue identificado en Melilla gracias a datos de la página de Facebook de la Armada argentina y de blogs de aficionados a la aviación, que indicaban que era para uso personal del ex almirante Emilio Massera, jerarca de la dictadura argentina de 1976 a 1978.
Santana, un ilustrador de 46 años, dijo haber hallado el avión en septiembre de 2022 mientras buscaba datos para un proyecto de la Universidad de Oxford en Reino Unido, que documenta las violaciones de derechos humanos por parte de las dictaduras del Cono Sur.
Contó que localizó el avión en Melilla al buscar material gráfico para un audiovisual sobre cinco militantes de izquierda detenidos en 1977 en Asunción por las fuerzas de seguridad paraguayas y aún desaparecidos, según relató a AFP.
Es el caso de los argentinos José Luis Nell, Alejandro Logoluso y Marta Landi, y de los uruguayos Nelson Santana y Gustavo Inzaurralde, quienes según documentos del llamado Archivo del Terror de Paraguay, conocidos en 1992, fueron llevados a Buenos Aires el 16 de mayo de 1977 en un avión de la Armada argentina.
"Diez días después Ricardo Peidró, sobreviviente del centro clandestino de detención y tortura bonaerense 'El Atlético', compartió celda con Inzaurralde; es el último dato que se tiene sobre uno de estos secuestrados", dice Santana en su informe presentado a los tribunales de nuestro país.
"La nave está en mal estado, aunque en una sola pieza", dice Santana en su informe. "En 2013 se le desmanteló parte del panel de navegación, pero sigue siendo un objeto reconocible".
Cómo llegó el avión a Uruguay y para qué se utilizaba
El avión, que voló por primera vez en julio de 1970, fue vendido por la Armada argentina en 1987 y desde entonces estuvo en manos de civiles: primero de empresas argentinas "para operaciones antigranizo" y luego de la empresa uruguaya AirWolf "para servicios de taxi aéreo", según el reporte.
Santana desestimó que haya sido utilizado para los "vuelos de la muerte", en los que durante la dictadura se arrojó desde el aire a detenidos opositores.
"Este avión no podría haber sido usado para tirar gente al mar porque tiene los dos reactores pegados a la cola y vuela muy rápido, entonces hubiera sido muy riesgoso", dijo.
La investigadora de la Universidad de Oxford Francesca Lessa, experta en el Plan Cóndor, celebró el hallazgo. "El avión encarna la materialidad de los crímenes cometidos y su ubicación en Uruguay puede impulsar las investigaciones existentes en Argentina que aún intentan determinar el destino final de las víctimas", dijo en un comunicado.
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