El jefe del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, prometió este domingo "abolir la prostitución en España", aduciendo que ese comercio sexual "esclaviza a las mujeres". Se recordó luego de las palabras del mandatario que el socialismo había votado en 2019 un manifiesto que consideraba a la prostitución como "una de las peores formas de violencia".
Finalizando un congreso de tres días del Partido socialista, Sánchez subrayó las políticas introducidas por su gobierno que, a su parecer, han ayudado al avance de España, enumerando como datos positivos leyes más estrictas contra la violencia doméstica y el aumento del salario mínimo.
"Y también sale de este congreso un compromiso que llevaré a término, avanzaremos aboliendo la prostitución que esclaviza a las mujeres en nuestro país", aseveró durante el discurso pronunciado en Valencia (este), sin brindar más detalles.
Aunque no se reconoce como empleo corriente, existe un gran número de prostíbulos en todo el terriotorio español
Pese a que la explotación sexual y el proxenetismo son ilegales en España, la prostitución no está regulada por ley. No se castiga a quienes ofrecen servicios sexuales pagos por voluntad propia, siempre y cuando no se haga en espacios públicos, en tanto las leyes están enfocadas en la lucha contra el tráfico de personas. Aunque no se reconoce como empleo corriente, existe un gran número de prostíbulos en todo el país. Muchos funcionan en tanto hoteles u otros centros de alojamiento.
Uno de cada tres hombres en España ha pagado por mantener sexo al menos una vez en su vida, de acuerdo a un sondeo realizado en 2009 por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS, oficial).
Grupos activistas sostienen que el limbo legal en el que se encuentra la prostitución en España nutre la demanda de mujeres víctimas de la trata. Sánchez asumió como presidente en enero de 2020 al frente de un gobierno de coalición, tras quedar en minoría luego de que el PSOE finalizara primero en dos elecciones nacionales en 2019.
Su partido publicó un manifiesto centrado en la situación de las mujeres antes de la consulta general celebrada en abril de 2019, que proponía la ilegalización de la prostitución, entre otros, lo que se consideró una medida para atraer a las votantes. Este manifiesto calificaba a la prostitución como "uno de los aspectos más crueles de la feminización de la pobreza y una de las peores formas de violencia contra la mujer"