El lunes siguiente al domingo de Pascuas, la iglesia católica celebra el llamado "Lunes del Ángel". La ceremonia lleva ese nombre porque alude al pasaje bíblico en el que un ángel anuncia que Jesús resucitó.
"La resurrección de Cristo constituye el acontecimiento más sorprendente de la historia humana, que atestigua la victoria del amor de Dios sobre el pecado y sobre la muerte y da a nuestra vida un fundamento tan sólido como la roca", expresó este lunes el papa Francisco en el Vaticano.
Tras las actividades de Pascua, el Sumo Pontífice, es el encargado de encabezar el "Lunes del Ángel" frente a fieles de todo el mundo que celebran todos los años el anuncio del ángel a la virgen María de la resurrección de Jesús.
"Dejémonos alcanzar, pues, por el mensaje consolador de la Pascua y envolver por su luz gloriosa, que disipa las tinieblas del miedo y de la tristeza. Jesús resucitado camina junto a nosotros. Él se manifiesta a los que lo invocan y lo aman", aseguró el papa Francisco en su alocución de este 22 de abril, lunes de la Octava de Pascua en declaraciones que consignó la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA).
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"Durante la Vigilia Pascual –afirmó el pontífice– resonaron las palabras que pronunciaron los ángeles junto a la tumba vacía de Cristo. A las mujeres que habían ido al sepulcro al amanecer del primer día después del sábado, les dijeron: ¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado".
Todos los Evangelios, precisó el Papa, resaltan el papel de las mujeres, María Magdalena y las demás, como primeros testigos de la resurrección. Los hombres, asustados, estaban encerrados en el Cenáculo. Pedro y Juan, advertidos por María Magdalena, hacen sólo una rápida salida en la que constatan que la tumba está abierta y vacía. Pero son las mujeres las primeras que se encuentran con el Resucitado y las que llevan el anuncio de que Él está vivo.
"Que este día de fiesta en el que se acostumbra disfrutar de un poco de ocio y de gratuidad, nos ayude a experimentar la presencia de Jesús", pidió y concluyó: "Pidamos a la Virgen María poder tomar a manos llenas la paz y la serenidad, dones del Resucitado, para compartirlos con los hermanos, especialmente con quien tiene más necesidad de consuelo y de esperanza".
MS/ CP
