A los 42 años, Federico Villena se enfrenta al mayor desafío de su carrera. Cinco años después de convertirse en juez, instruye la causa más resonante del momento. En su despacho de los tribunales de Lomas de Zamora investiga a una organización criminal con inserción en el Estado cuyos integrantes, cumpliendo diferentes roles estratégicos, y valiéndose de su calidad de empleados públicos y agentes dependientes de las Fuerzas de Seguridad y de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), habrían llevado a cabo tareas de inteligencia y espionaje prohibidos por la ley. Los hechos investigados ocurrieron durante la gestión de Cambiemos, cuando la AFI estaba bajo la órbita de Gustavo Arribas y Silvia Majdalani.
La causa ya suma más de 50 víctimas, entre quienes están CFK, Horacio Rodríguez Larreta, Diego Santilli, Emilio Monzó y Nicolás Massot, otros referentes de la política, el sindicalismo, el clérigo, movimientos sociales y de pueblos originarios.
En una causa paralela, que lleva adelante el juez Juan Pablo Augé, este sábado detuvieron al ex director de operaciones espeaciales de la AFI Alan Ruiz. Es una causa que investiga espionaje ilegal al Instituto Patria.
“Él sabe que es a todo o nada”, reconoce alguien que lo conoce bien, ante PERFIL. “Puede fracasar, salir muy bien o lo pueden matar”, agrega otro y explica que Villena “es totalmente consciente de eso”. Desde hace años, él y su familia se mueven con custodia, producto de su intervención en casos de narcotráfico. La lucha contra la droga es casi una obsesión para este hombre fanático del folfklore y el tango, que en 2018 se convirtió en el juez que más decomisos realizó.
La llegada de Villena al mundo judicial no fue de casualidad. En 1994, cuando tenía 16, él y su familia se preparaban para festejar la designación de su padre como juez federal de Campana, cuando un infarto lo fulminó un día antes de llegar al cargo. La celebración trocó en drama y Villena hijo se puso al hombro la situación familiar. Se convirtió en el hombre de la casa para su madre y su única hermana y trabajó desde entonces. Lo hizo incluso en estudios de música, los fines de semana, en la puesta a punto de instrumentos musicales.
La figura de su padre fue trascendental en su vida. Se convirtió en juez como casi lo logra él y a los 40, edad que tenía su padre cuando murió, él fue padre de su hijo, Francisco. Diabético, siempre lleva a mano una dosis de insulina para inyectarse en caso de ser necesario. Incluso a los allanamientos. De buenas relaciones con gran parte del Poder Judicial, sus mejores amigos están fuera de allí y la mayoría de ellos datan de su adolescencia, en Flores.
Espionaje ilegal: con perfil bajo, Majdalani ya eligió abogado y perito tecnológico
De carrera judicial, fue en 2015 que se convirtió en juez. Iba a ser titular de la dependencia de Moreno, pero el juzgado no estaba listo y recayó en Lomas. Primero en el juzgado 1 y con el macrismo se convirtió en titular del 2. Cuando llegó allí ya estaba iniciada una causa que involucraba a Sergio “Verdura” Rodríguez, el narcotraficante que se convirtió en la puerta de entrada al caso de inteligencia que lo desvela por estas horas. El magistrado ya conocía el nombre de Rodríguez, por una causa anterior, en el otro juzgado. Lo que probablemente nunca se imaginó es que en el celular de Rodríguez encontraría cinco imágenes suyas. Su cabeza tenía precio. Rodríguez se lo había puesto.
Metódico, por estos días avanza conforme al proceder procesal. Se nutrió de prueba, la analiza (aún falta desglosar alrededor de la mitad) y convoca a las víctimas, quienes a su vez deciden si se presentan como querellantes. Cuando esa etapa termine llegarán las indagatorias. Para ese momento las miradas están puestas en qué sucederá cuando los espías involucrados sean contrastados con la prueba. O en qué va a pasar cuando Susana Martinengo, la funcionaria cercana a Mauricio Macri, y más comprometida hasta el momento, se siente y le hagan una indagatoria con toda la carga probatoria en su contra. La contundencia del material parece ser tal, que nadie se anima a hacer previsiones.