El 20 de noviembre se celebra el Día de la Soberanía Nacional Argentina, desde 1974 en memoria a la Batalla de Obligado, librada en 1845. En 2010 por decreto 1584/2010 se decidió que esa fecha fuera feriado, es decir no laborable.
La Batalla de Obligado ocurrió en 1845 cuando los soldados argentinos replegaron las fuerzas extranjeras del ejército anglo-francés que pretendía colonizar los territorios de nuestro país.
El gobierno de Juan Manuel de Rosas, con la colaboración desde el extranjero del general José de San Martin, preparó una resistencia que logró que las fuerzas extranjeras fueran vencidas.
La lucha fue cuerpo a cuerpo y duró siete horas. Los adversarios superaban al ejército argentino en cantidad.
La resistencia a la invasión extranjera logró la defensa del país en términos comerciales y fronterizos, ya que se evitó que colocaran en el mercado los productos extranjeros, desplazando a los artículos nacionales.
Estos acontecimientos sirvieron para garantizar la soberanía nacional, y se firmó un tratado de paz entre Argentina, Francia y Gran Bretaña, que fue un hito en la historia Argentina, como símbolo de independencia, libertad y unidad nacional.
La Batalla de Obligado dio pie a los cimientos del reconocimiento internacional de nuestro estado como nación soberana. Esta batalla se encuentra representada en el billete de 20 pesos argentinos.
Obligado, la batalla que San Martín se perdió
San Martín le escribió cartas a Federico Dickson, cónsul general de la Confederación Argentina en Londres, fechadas el 28 de diciembre de 1845, en Nápoles. En una de ellas afirmó: “....En conclusión: con 8000 hombres de caballería, del país y 25 o 30 piezas de artillería, fuerzas que con mucha facilidad puede mantener el general Rosas, son suficientes para mantener en un cerrado bloqueo terrestre a Buenos Aires, sino también impedir que un ejército europeo de 20.000 hombres salga a 30 leguas de la capital, sin exponerse a una completa ruina por falta de recursos: tal es mi opinión y la experiencia lo demostrará, a menos que el nuevo ministro inglés no cambie la política seguida por el precedente”.
San Martin le escribió otra carta a Juan Manuel de Rosas el 11 de enero de 1846, en la que resaltó: “A principios de noviembre pasado, me dirigí a Italia con el objeto de experimentar si con su benigno clima recuperaba mi arruinada salud; …cuanto en las circunstancias en que se halla nuestra patria, me hubiera sido muy lisonjero poder nuevamente ofrecer mis servicios. (...) Aunque conozco que serían inútiles, sin embargo demostrarían que en la injustisíma agresión y abuso de la fuerza de la Inglaterra y Francia contra nuestro país; este tenía aún un viejo defensor de su honor e independencia…”