La línea B del subterráneo de la Ciudad de Buenos Aires no cumplirá sus servicios este viernes 29 de noviembre desde las 5.30 de la mañana y los trabajadores decidirán a lo largo de una jornada de asambleas gremiales cuándo levantarán la medida de fuerza. La protesta se debe, alegan los metrodelegados, a que el gobierno no responde a los reclamos por la presencia de asbesto, un material cancerígeno, en las estructuras de sus formaciones.
“Estamos frente a una crisis de salud pública”, denunció Claudio Dellecarbonara, delegado de la Línea B. Explicó que el levantamiento de la protesta “depende de la decisión de los trabajadores”, quienes durante la mañana realizarán asambleas. Los empleados protestan de esta forma ante lo que califican una falta de progreso en los estudios clínicos a la que deben someterse los operarios en contacto con asbesto.
Un hombre se cayó a las vías del subte por mirar su celular
"Consecuencias gravísimas"
La alarma por la presencia de amianto en los vagones del subterráneo de Buenos Aires surgió cuando Metro de Madrid, que vendió 24 unidades a Sbase en 2011 y otras 12 en 2012, reconoció que los componentes eléctricos de los vagones CAF 5000 estaban fabricados con asbesto. “Esto es gravísimo, no solo para los trabajadores sino también para los usuarios”, advirtió Dellecarbonara.
De los 180 operarios evaluados que trabajaban en la línea B, donde circulaban 36 formaciones compradas al Metro de Madrid entre 2011 y 2012 que tenían presencia de asbesto, 13 de ellos fueron diagnosticados con placas pleurales ocasionadas por el contacto con el amianto. El sindicato denunció el pasado 14 de noviembre que otras tres formaciones de la línea C adquiridas a Japón en 2013 y puestos en circulación dos años después presentan rastros de amianto.
Dellecarbonara advirtió que “probablemente la Linea B en poco tiempo, si no hay respuesta [del gobierno], podría ver afectados todos sus servicios o verse totalmente paralizada porque el asbesto pone en peligro la salud de todos los que tienen contacto y viajan en estos vagones”.
Reconoció también que “no es un problema exclusivo de la B”, sino también de otras lineas que también tienen formaciones con asbesto. “Es un problema de toda la red y si no se encara una solución integral y profunda, vamos a tener consecuencia gravísimas y luctuosas”.
D.S.
