La pesadilla que impone el narcotrárfico en muchos barrios de la ciudad de Rosario sumó en las últimas horas otro episodio estremecedor: un policía que perseguía un auto robado recibió una decena de disparos y se debate entre la vida y la muerte en la terapia intensiva del Hospital Clemente Alvarez. Sucedió cuando el móvil de la fuerza de seguridad intentaba dar alcance a un vehiculo con denuncia de robo en la caliente zona sur de Rosario. Más tarde la policía logró la detención de tres personas, dos de ellas menores de edad, por su posible implicancia en el ataque al policía, aunque todavía no está confirmado que hayan sido quienes lo pusieron bajo esa lluvia de balas.
El violento hecho se produjo alrededor de las 2 en la calle Arijón al 400. Allí el suboficial Gabriel Sanabria, de 26 años, observó un auto cuyos ocupantes le parecieron, consultó por su radio y desde la base le informaron que se trataba de vehículo robado con pedido de secuestro.
De inmediato, Sanabria inició la persecución de los sospechosos, pero la respuesta de los delincuentes fue feroz, con pistolas y hasta una ametralladora.
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Así Sanabria recibió entre ocho y diez disparos en distintas partes del cuerpo. Mientras los agresores escaparon, el policía fue llevado al Hospital Sáenz Peña, según lo informado por el diario La Capital.
Desde ese centro asistencial, finalmente fue llevado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, donde permanecía internado en la sala de terapia intensiva y en estado de coma.
Respiración asistida
En las últimas horas, el policía, en medio de la gravedad de su estado, daba signos de mejoría tras ser intervenido quirúrgicamente, mientras continuaba con respiración asistida.
Efectivos de la Policía y la Gendarmería realizaron un procedimiento en la zona, en la que fueron detenidos una mujer y dos menores de edad como sospechosos de haber participado en el hecho.
Según informaron fuentes policiales, los detenidos tenían en su poder dos pistolas y dos ametralladoras.
El suboficial herido es oriundo de la localidad de San Javier y se había incorporado a la Policía Motorizada a los 20 años.