Hacía unos seis meses que estaban tras sus pasos, pero no lograban detenerlo. Mauro Javier Gerez era buscado como uno de los integrantes principales de una asociación ilícita rosarina a la que le atribuyen haber realizado unas cuarenta extorsiones y balaceras por encargo. Además, aseguran que tendría a un grupo de “tiratiros” bajo su mando. Finalmente cayó esta semana, cuando fue a visitar a su novia.
Gerez tiene 28 años y según los investigadores responde a la banda de Cristian Leonel “Larva” Fernández, un narco del barrio Ludueña asesinado a tiros en abril pasado y que tenía vínculos con Los Monos.
El ahora detenido está acusado de comandar varios hechos de violencia encargados desde la cárcel, entre ellos cobro de coimas a comerciantes que, si no accedían al pago, eran sometidos a balaceras.
El fiscal de la Unidad de Balaceras de Rosario, Pablo Socca, que investiga a la banda contaba con la información que Gerez tenía una nueva novia y, por eso, decidieron realizarle un seguimiento a esta chica a la espera de que se reuniera con el hombre buscado. Para lograr detenerlo apostó a un grupo de efectivos de la Agencia de Control policial de la provincia de Santa Fe en la puerta de la casa de esta joven. Y lo logró.
El jueves último por la tarde, Gerez llegó a la casa de su novia sobre la calle Perito Moreno al 1400, en Rosario, pero no solo lo estaba esperando ella. Ahí fue detenido, luego de permanecer unos seis meses prófugo, informaron fuentes judiciales.
Para el fiscal Socca, Gerez es “una de las personas más importantes de la estructura delictiva de la ciudad” de Rosario. Según relató el funcionario en conferencia de prensa, el detenido es “una especie de gerente” que “cumplía órdenes que le mandaban personas que están más arriba en la estructura desde la cárcel”. Además, destacó que tenía “soldaditos tiratiros a su cargo”.
“Gerez y su banda están investigados por la fiscalía por casi cuarenta casos de extorsiones que comenzaron en julio del año pasado y que se intensificaron en comerciantes de barrio en enero y febrero de este año”, detalló.
Los investigadores sospechan que la banda concretaba las extorsiones y, si las víctimas no cumplían con el pago recibían como venganza el ataque a balazos. “Muchos comerciantes fueron extorsionados por esta banda. Muchos pagaron, los que no lo hicieron fueron baleados por integrantes de esta organización”, explicó el fiscal.
¿Protección policial? La semana pasada el fiscal Socca ordenó un allanamiento en la comisaría 12 porque vecinos denunciaron que Gerez había sido detenido, que estuvo en esa dependencia policial, pero no se habría registrado oficialmente su paso por allí ni se habría dado aviso al Ministerio Público de la Acusación que lo estaba buscando.
“En este contexto le dimos intervención a la Agencia de Control Policial para que investigue este suceso y por eso decidimos darle la confianza a ellos para que realicen el operativo seguimiento (que terminó con la detención de Gerez)”, contó el fiscal. “Aún no sabemos qué pasó, hay muchos rumores de vecinos y personas que nos dijeron que el día lunes Gerez fue detenido, pero no sabemos si del comando o de la comisaría 12. Estamos en investigación con ese tema”.
El fiscal confirmó que “no hay registro” oficial de que “haya estado detenido” ni en la comisaría ni en el comando, pero no quiso brindar mucha más información ya que esto está en investigación.
Se estima que el próximo miércoles se realizará la audiencia imputativa contra Gerez. Allí se mostrarán las pruebas recolectadas en su contra y la fiscalía pedirá que sea imputado por ser miembro de una asociación ilícita dedicada a cometer homicidios, extorsiones y balaceras por encargo, por manejar un grupo de personas y tener “soldaditos tiratiros” a su cargo.