Una escritora japonesa reconoció que redactó con ChatGPT parte de su novela
La autora Rie Kudan, ganadora de un importante premio de literatura de su país, confesó que cerca del 5% de su última novela fue hecho con inteligencia artificial.
Rie Kudan |
Agencia Afp
La autora japonesa Rie Kudan recibió el premio Akutagawa el miércoles 17 de enero por su última novela, "Tokyo-to Dojo-to", que se puede traducir como "La Torre de la compasión de Tokio" y el jurado declaró que la obra era "tan perfecta que era difícil encontrarle defectos". Tras esto la escritora reconoció que cerca de un 5% de su novela estaba hecha con ChatGPT, una herramienta de inteligencia artificial que, según ella, permitió liberar su potencial creativo.
Kudan, de 33 años, admitió en la ceremonia en la que recibió el galardón que usó "todo el potencial de la IA para escribir este libro" y explicó que "cerca de un 5%" eran frases "generadas por la IA".
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Justamente la IA es un tema recurrente del libro de Kudan, cuya historia se desarrolla en un Tokio futurista alrededor de una torre-cárcel, concebida por una arquitecta incómoda con la sociedad.
La escritora detalló que le pregunto al ChatGPT algunas cuestiones personales y que se convirtió en un "ayudante creativo", sin embargo este caso presenta dilemas a los límtes de la autoría. Qué porcentaje de trabajo se puede dejar en manos de la IA sin que eso modifique quién es el autor o autora de una obra de arte, además, otro problema radica en cómo comprobar hasta qué punto participó la creatividad humana y hasta dónde la "máquina".
Inteligencia Artificial en el campo creativo
Tanto en literatura, arte plástico, cine y cualquier expresión artística, era claro el condimento humano, su creatividad y sensibilidad eran necesarias para su existencia, sin embargo, la Inteligencia Artificial hace temblar esas certezas. Ya son conocidas las aplicaciones que crean imágenes a partir de propuestas temáticas.
Hace poco tiempo la escritora estadounidense Jane Friedman denunció que se vendían en Amazon libros con su nombre, que en realidad habían sido generados por IA imitando su estilo. De la mano con esta preocupación loa guionistas estadounidense que mantuvieron una prolongada huelga firmaron una carta abierta en la que solicitan a los líderes de la industria de la IA estén obligados a pedir consentimiento de los autores cuando utilicen su trabajo para entrenar algoritmos.
