El presidente Alberto Fernández mantuvo hoy un encuentro con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, en la Casa Rosada para analizar el cuadro epidemiológico de la provincia de Buenos Aires y evaluaron un posible plan de contingencia ante la preocupación por la Ciudad de Buenos Aires.
De la reunión participó además el viceministro de Salud de la provincia, Nicolás Kreplak, quien acompañó a los dos mandatarios durante el estudio de los números de contagios y ocupación de camas en la provincia de Buenos Aires.
Según indicaron fuentes del Gobierno a NA, compartieron sus temores por un "posible desborde de la Ciudad" en cuanto a casos de Covid-19 que necesiten camas de terapia intensiva y ante ello, analizaron como ampliar y fortalecer el sistema sanitario.
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Kicillof y su equipo llegaron a la Casa Rosada 17:30, luego de conocer que se reportaron 27.884 contagios y 557 fallecidos en las últimas 24 horas, un número récord de decesos en medio de un incremento en la ocupación de camas, un tema que preocupa a las autoridades nacionales y bonaerenses.
"La reunión fue para hacer un repaso de la situación epidemiológica y ante la saturación sanitaria en la que se encuentra la Ciudad de Buenos Aires, evaluaron alternativas para dar respuesta", dijeron voceros de la Gobernación bonaerense este viernes por la noche.
"Por ahora, no se pueden sacar conclusiones porque aún no tenemos datos del impacto de las medidas. Recién la semana que viene vamos a poder valorar cómo funcionaron las restricciones. Y si generaron un cambio de tendencia", agregaron.
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De todos modos, subrayaron que "hoy la situación es extremadamente crítica" debido al avance de la segunda ola de la pandemia de coronavirus.
Durante el encuentro en el despacho presidencial, Fernández y Kicillof consideraron -siempre de acuerdo a las fuentes- que la única medida es "bajar la circulación y vacunar", pero empezaron a trabajar en un "plan de contingencia ante un posible desborde de la Ciudad".
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En ese contexto, en el Gobierno no descartan tomar medidas más estrictas en caso de ser necesario para contener la segunda ola de Covid-19 pero para después del 30 de abril, cuando vence el último decreto firmado por el Presidente para aplicar restricciones: hasta ese momento, afirmaron, todo seguirá igual.
La disponibilidad de camas de terapia intensiva en la Provincia, especialmente en el conurbano, que integra la región del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), fue el tema central: una de las preocupaciones del Presidente y el gobernador es que hasta el momento hay solo dos proveedores de oxígeno, según se indicó.
La ocupación en el AMBA es del 76,2% según el último reporte oficial y la situación genera máxima preocupación en el Gabinete de Kicillof, donde empiezan a inclinarse por aplicar un cierre total, similar al del año pasado.
Si bien no hay ninguna decisión oficial tomada, la presión de la Provincia para ir en ese sentido se apoya en los números que maneja la administración bonaerense sobre la ocupación de camas, que en el conurbano muestra algunas zonas más complicadas que otras.
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Más temprano, el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, había pedido "una verdadera cuarentena" para "cortar la velocidad de contagio" del coronavirus, ya que advirtió que el AMBA está "ante un posible desencadenamiento en cascada de una crisis sanitaria" por el desborde del sistema público y privado en la Ciudad y el conurbano.
"No tengo ninguna duda de que se debe volver a la Fase 1 de las restricciones" consideró el funcionario provincial en dialogó con "Alguien tiene que decirlo", el programa que conduce Eduardo Feinmann en Radio Rivadavia.
Y agregó: "No lo digo con liviandad, sino con razonamiento científico, porque la única manera de cortar la velocidad de contagio del virus es con una verdadera cuarentena".
El funcionario bonaerense alertó: "Estamos prácticamente al límite y las proyecciones al futuro son muy malas".