De acuerdo con un informe elaborado por Ecolatina, la suba en los precios internacionales de los granos que exporta la Argentina, ingresarían US$ 7.000 millones (70% de ellos gracias al complejo sojero y 30% al trigo y el maíz) más en relación con el ingreso que hubiera habido de mantenerse los precios del primer semestre del año pasado.
Con respecto al primer semestre de 2020, el poroto se encareció 38%, la harina 37% y el aceite 35%. En paralelo, el precio del trigo subió 17% y el del maíz 27%.
Elizondo: "Una soja con mayor contización genera más ingresos de dólares"
Pocos días atrás, la diputada Fernanda Vallejos (FdT) había afirmado que "Argentina tiene la maldición de exportar alimentos".
El informe de Ecolatina sostiene que "este flujo adicional de divisas aliviaría las tensiones en el mercado cambiario, permitiendo fortalecer las Reservas netas del Banco Central o apreciar el tipo de cambio real, o una combinación de ambas. Un avance de la liquidación de divisas podría despejar expectativas devaluatorias, a la vez que serviría para afrontar el pago de deuda externa sin mayores tensiones (pese a que los vencimientos de títulos en moneda dura son muy acotados en 2021, el Tesoro podría aprovechar la disponibilidad de divisas para cancelar pasivos con el Club de París). Alternativamente, podría ser una oportunidad para disminuir las restricciones a la compra de dólares".
Retenciones
Por otra parte, este aumento de ingresos se ve reflejado en las retenciones por Derechos de Exportación (DEX) que cobra el Estado a los exportadores. Para Ecolatia, "esta suba podría ubicarse por arriba de los 180.000 millones de pesos (0,4% del PBI, un 31% de los ingresos por retenciones del 2020), comparando las ventas al precio futuro más representativo de cada cultivo con su valuación a precios del primer semestre de 2020".
En este caso, casi 90% del incremento sería explicado por el complejo sojero, que tiene mayores alícuotas que los otros productos.
Planes sociales
La consultora considera que la suba de los precios internacionales y las retenciones puede tener un beneficio para paliar la merma del poder adquisitivo de los sectores más vulnerables, "ya que permitiría triplicar el alcance de la tarjeta AlimentAR, incluyendo a 3,1 millones de familias adicionales al programa. Alternativamente, estos fondos podrían ser usados para incrementar en 75% el presupuesto anual de la AUH o para congelar las tarifas de servicios públicos por casi dos trimestres.
Por otra parte, contando con más reservas internacionales, el Banco Central podría optar por reducir el ritmo de aumentos del dólar oficial. Hoy en día esta cotización se mueve al ritmo de la inflación, pero si se rezagara con respecto al resto de precios, se abarataría el precio relativo de los transables".
Dólar
"Considerando que parte de las presiones cambiarias del último año estuvo vinculada a la emisión récord en que incurrió el sector público para afrontar los gastos extra que provocó la pandemia, un mayor financiamiento por la vía de impuestos (y no por la vía de asistencia del BCRA) también ayuda a lograr una mayor calma cambiaria" agrega el informe.