La superficie sembrada de maíz alcanzaría las 7,3 millones de hectáreas en la campaña 2023/24, lo que representa un crecimiento de 200 mil hectáreas (+2,8%) con respecto a la anterior, de acuerdo con un informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
El escenario inicial se muestra con una tendencia levemente positiva al total de maíz, sobre todo en los planteos tempranos, si se compara con el ciclo 2022/23. “Esto tiene que ver con el fuerte déficit hídrico a la siembra que tuvo lugar en el ciclo anterior y que generaron el atraso en la misma. Por lo tanto, la intención es que la proporción temprano/tardío vuelva a valores normales, aunque sujeto a la disponibilidad hídrica durante los meses de septiembre y octubre”, sostiene el reporte.
Con casi el 97% del área cosechada, la campaña 2022/23 cerraría con una producción de 34 millones de toneladas, 18 millones por debajo de la campaña anterior debido a los efectos de la sequía.
Las principales variables a la hora de decidir sembrar o no maíz son: el nivel de reservas hídricas inicial de cara al comienzo de la ventana de siembra de los maíces tempranos, disponibilidad y precio de los insumos, superficie que dejaron liberada el trigo y el girasol, un precio de cereal inferior a la campaña previa y la necesidad de sembrar para cubrir el bache que dejo el ciclo anterior.
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El trabajo también apunta que, si bien las regiones del país presentan diferentes realidades, en “mayoría de los casos la tendencia es positiva para el cereal”.
En consecuencia, en el norte se espera un crecimiento en zonas donde el déficit de lluvias impidió las siembras.
En tanto, en el centro del país el relevamiento detectó la incorporación de una nueva superficie por la baja en cultivos, aunque ello dependerá de la competencia con la soja de primera.
A su vez, en el sur del área agrícola, la superficie que dejará liberada el girasol “podría tener como destino la siembra de maíz, relegando a la soja de primera”.
Los ojos puestos en "El Niño"
Con relación al clima, el informe de la Bolsa de Cereales señaló que, al iniciar la campaña “las escasas reservas en los perfiles y falta de precipitaciones dificultará la incorporación de los planteos tempranos”.
No obstante, sostuvo que “a medida que avance la primavera El Niño traerá la humedad necesaria para las siembras tardías y para transitar los periodos de definición de rendimiento con condiciones climáticas favorables”.
La Bolsa de Cereales sostuvo que el fenómeno llegaría a su “plenitud” en primavera y “la interferencia de los vientos polares impedirá eliminar totalmente los focos de sequía principalmente hacia el centro de la región pampeana”.
LM