SE VA EL 2025

Los movimientos del dólar el último lunes del 2025, a la espera del nuevo esquema cambiario que debuta el viernes

Los operadores comienzan a posicionarse de cara al debut del nuevo esquema de bandas cambiarias que entrará en vigencia el 1° de enero de 2026. Las proyecciones privadas sugieren que el tipo de cambio seguirá funcionando como ancla nominal, aunque con un deslizamiento más ordenado que en años previos.

Cierre dólar 2025 Foto: Ilustración

El mercado cambiario abre el último lunes de 2025 sin sobresaltos y con cotizaciones prácticamente estables, en una jornada marcada más por la expectativa que por el volumen. A horas de cerrar un año atravesado por definiciones fiscales y monetarias, los operadores comienzan a posicionarse de cara al debut del nuevo esquema de bandas cambiarias que entrará en vigencia el 1° de enero.

Según datos de RAVA Bursátil, el dólar oficial mayorista abre en torno a los $1450, mientras que el oficial se mantiene en la zona de $1425 para la compra y $1475 para la venta. En tanto, los dólares financieros —MEP y contado con liquidación— se mueven sin grandes variaciones respecto del cierre previo en niveles de $1486 y $1530, respectivamente, reflejando un mercado que opta por la cautela ante la inminente recalibración del régimen cambiario.

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La relativa calma cambiaria se da en un contexto en el que el Gobierno confirmó que, desde enero, las bandas se ajustarán mensualmente por inflación pasada, con un rezago de dos meses, y que el Banco Central de la República Argentina avanzará en la compra de reservas cuando la demanda de dinero lo permita. A su vez, la autoridad monetaria ratificó que continuará administrando la tasa de interés mediante operaciones de compra y venta de Lecaps, reforzando el control de la liquidez.

Vale señalar que, según los datos aportados por Wise Capital, el dólar mayorista llegó a la Nochebuena en $1.451, lo que implica un aumento de $418 o 40,5% frente a los $1.032 registrados en diciembre del año anterior. "La suba superó con holgura a la inflación acumulada en los primeros once meses del año, que alcanzó el 27,9%, por lo que el tipo de cambio oficial terminó ganándole al Índice de Precios al Consumidor". recordó.

Al mismo tiempo, realizó la comparación con las alternativas de inversión en pesos, lo que arrojó resultados más dispares. "En el mercado financiero, el dólar MEP cerró en $1.481,63 con un avance anual de 26%, mientras que el contado con liquidación acumuló una suba del 31%, hasta los $1.526,89. En promedio, el MEP quedó por debajo del rendimiento del plazo fijo y de la inflación, aunque el desempeño del dólar mayorista mostró una dinámica distinta

 

Más allá de la foto de corto plazo, el mercado ya comienza a mirar 2026. Las proyecciones privadas sugieren que el tipo de cambio seguirá funcionando como ancla nominal, aunque con un deslizamiento más ordenado que en años previos. De hecho, el mercado de futuros descuenta un dólar que se mantendría por debajo del techo de la banda durante gran parte del próximo año, bajo un escenario de inflación en desaceleración y una devaluación implícita del orden del 2% mensual.

El principal interrogante hacia adelante sigue siendo la capacidad de acumulación de reservas. Analistas advierten que el éxito del nuevo esquema dependerá tanto del ingreso de divisas —vía colocaciones de deuda, exportaciones y flujos financieros— como del comportamiento de la demanda de dólares por parte de empresas y familias. Un menor apetito por cobertura cambiaria ampliaría el margen para que el Banco Central sume reservas sin tensionar el mercado.

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Así, el dólar cierra 2025 en modo de espera y con estabilidad nominal, pero con un 2026 que se perfila como el verdadero test del nuevo régimen cambiario. A partir de enero, el mercado comenzará a evaluar si el esquema de bandas ajustadas por inflación logra combinar previsibilidad cambiaria, acumulación de reservas y desinflación sostenida.

Andrés Reschini, de F2 Soluciones Financieras explicó en una columna reciente que el gobierno tiene posibilidades de tener éxito en 2026 con su plan de gobierno pero que antes que nada "deberá ser capaz de lograr consensos para cimentar las condiciones que hagan atractiva a Argentina más allá del RIGI y que se destrabe el ingreso de inversiones del sector privado".

"Por ahora nos encontramos con los ruidos lógicos de la transición entre fases del plan de BCRA y con el nuevo Congreso dando sus primeros pasos. El gobierno quedó mejor parado de lo que se esperaba luego de las elecciones de medio término, pero aun así necesita cierta cintura política para conseguir éxito parlamentario. El plan de BCRA mejoró las condiciones financieras para lograr estabilidad en el mediano plazo, pero se necesita también la pata institucional y la llave para eso la tiene la política. De lo contrario los dólares financieros para que los planes de estabilidad y crecimiento de 2026 sean alcanzados pueden ser reacios a llegar por lo que no hay mucho margen para errores"; señaló el analista de mercados. 

Cómo funcionará desde el 1 de enero de 2026 el esquema de bandas cambiarias

Conforme comience el 2026, el techo de las bandas cambiarias irá al ritmo de la inflación para evitar intensificar el atraso del dólar y el BCRA buscará comprar reservas. Las dudas apuntan a si habrá suficiente oferta para cumplir la promesa de adquirir hasta u$s 17.000 millones El salto de esquema implica un cambio de prioridades en el esquema económico que venía sosteniendo el gobierno, en tanto dejará a la desinflación en segundo plano.

Con el dólar estable y el riesgo país por debajo de los 600 (pero sin continuar el descenso que inició luego de la modificación del esquema de bandas y los anuncios de compras de reservas), desde LCG señalan que "no están claras todavía qué prioridades está teniendo el BCRA para los últimos días del año y para antes del pago de deuda externa del 9/1. Por lo pronto, la cuenta en dólares del Tesoro en el banco central, que había superado los USD 2.000 M hace diez días, muestra un valor cercano a USD 1.850 M en el último día de registro, indicio de que tal vez el Tesoro utilizó parte de los dólares comprados para contener una presión alcista en el tipo de cambio".

En la misma línea explicaron que, "on la modificación del régimen cambiario de la semana pasada, se había pensado que el BCRA podría ser más agresivo en la compra de dólares para minimizar el uso del swap con EEUU. La dinámica del turismo emisivo durante nuestro verano dará una mejor pauta de cómo debería acomodarse el valor del dólar, pero evidentemente las compras de dólares por el momento son más parte de un anuncio que de la realidad".

El dólar en 2025: Un año marcado por la contienda electoral

El dólar volvió a ocupar un lugar central en las decisiones de ahorro de los argentinos durante 2025, un año atravesado por el calendario electoral y, como suele ocurrir en esos contextos, por una mayor demanda de cobertura cambiaria. A lo largo del período, la divisa mostró un comportamiento signado por fuertes oscilaciones, con picos de tensión que se intensificaron a medida que se acercaban las distintas instancias electorales.

Desde el 14 de abril, los ahorristas pudieron volver a comprar dólares en el mercado oficial sin restricciones y sin la percepción del 30% a cuenta de Ganancias, lo que dio inicio a un nuevo esquema de flotación. Sin embargo, la presión dolarizadora propia de un año electoral obligó al Gobierno a intervenir en distintos momentos para evitar movimientos bruscos en la cotización. Incluso, a lo largo de 2025, el Tesoro de Estados Unidos tuvo un rol activo para contener una escalada mayor del dólar.

En ese contexto, y según el análisis de Wise Capital, el dólar mayorista llegó a la Nochebuena en $1.451, lo que implica un aumento de $418 o 40,5% frente a los $1.032 registrados en diciembre del año anterior. La suba superó con holgura a la inflación acumulada en los primeros once meses del año, que alcanzó el 27,9%, por lo que el tipo de cambio oficial terminó ganándole al Índice de Precios al Consumidor.

Desde la consultora también compararon la inversión con las alternativas en pesos y señalaron que arrojó resultados más dispares. "En el mercado financiero, el dólar MEP cerró en $1.481,63, con un avance anual del 26%, mientras que el contado con liquidación acumuló una suba del 31%, hasta los $1.526,89. En promedio, el MEP quedó por debajo tanto de la inflación como del rendimiento del plazo fijo, aunque el desempeño del dólar mayorista mostró una dinámica claramente distinta", dijeron.

"Con este nivel de volatilidad, el balance del año no resulta concluyente", aseguró Ignacio Morales, CIO de WIse Capital. al tiempo que agregó: "El dólar volvió a funcionar como refugio en un contexto de elevada incertidumbre política, pero su rendimiento dependió del tipo de cotización considerada y no siempre logró imponerse frente a las alternativas de ahorro en pesos".

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