En diálogo con Canal E, Ezequiel Vega, analista de mercados internacionales, aseguró que 2025 cierra como un año ampliamente positivo para los mercados globales, con subas generalizadas y un protagonismo histórico de los metales preciosos.
La última semana del año dejó un balance favorable para los mercados financieros internacionales. Según explicó Vega, “fue una semana positiva para las bolsas internacionales”, con subas en prácticamente todos los principales índices del mundo. El analista destacó que el optimismo se vio reflejado tanto en Asia como en Europa y Estados Unidos, consolidando un cierre de año sólido para los inversores.
El desempeño más destacado se dio en los mercados asiáticos. “Tuvimos crecimiento de casi un 2% para el Nikkei 225, que es el índice de Japón”, afirmó Vega, y agregó que también se registraron avances en “el Kospi surcoreano y el CSI 300 de China”, confirmando un impulso regional sostenido.
Asia, Europa y Estados Unidos acompañaron el rally
El buen clima financiero no se limitó a Asia. Vega remarcó que “lo mismo también para las bolsas europeas, tanto para España, Francia y Alemania, y también para Estados Unidos”. En ese contexto, señaló que “estamos cerrando un año bastante positivo para todas las bolsas a nivel global”, con una mayoría de acciones operando en terreno positivo.
Este comportamiento, explicó, responde a una combinación de expectativas macroeconómicas más estables y flujos de capital que buscaron posicionarse antes del cierre anual. Para Vega, el balance de 2025 deja una señal clara: “la mayoría de las acciones estuvieron al alza”, un dato que refuerza el optimismo de corto plazo en los mercados internacionales.
El oro y la plata, los grandes protagonistas de 2025
Más allá de las acciones, el foco del año estuvo puesto en los metales preciosos. Vega subrayó que “lo más importante de este 2025, el oro y la plata, con crecimiento de más de un 70% en lo que va de todo 2025”, un desempeño que calificó como histórico.
Incluso, remarcó que estos niveles representan “récord desde el año 1979”, impulsados por factores estructurales. “Básicamente por la incertidumbre geopolítica y por la debilidad del dólar”, explicó, lo que llevó a que “los inversores institucionales y bancos centrales empezaron a refugiarse en el oro y en la plata”.
De cara al futuro, Vega advirtió que esta tendencia podría continuar. “Esto es algo que debemos seguir de cara al 2026”, sostuvo, poniendo el foco en Estados Unidos y su política monetaria. En particular, mencionó “esta pelea entre Trump y Powell, la baja de tasa de interés”, como variables clave para el rumbo de los metales. “Ver cómo sigue esta película para los metales”, concluyó.