la permanencia del líder islámico

El temor a la caída del régimen y el ascenso de una dictadura militar

Gobierno. El ayatollah Alí Jomenei, líder supremo del país persa. Foto: cedoc

La debilidad del régimen iraní y, en particular del líder supremo Ali Jamenei, tras la reciente guerra de doce días con Israel y los bombardeos estadounidenses, abre una serie de incógnitas sobre cómo se resolverá la crisis interna.

Algunos sectores apuestan por la caída de Jamenei, entre ellos un grupo de opositores y el heredero del Sha de Irán, mientras otros advierten que su desaparición podría generar un vacío de poder que sea ocupado por tendencias islámicas aún más ortodoxas.

En Europa, muchos gobiernos temen que la caída del régimen iraní tenga consecuencias tan negativas como las de la invasión de Irak liderada por EE.UU. en 2003 o la intervención de la OTAN en Libia en 2011. La caída de los regímenes de Saddam Husein y de Muhammar Kadafi abrieron un período de años de caos y violencia en ambos países. 

“El mayor error ahora sería buscar un cambio de régimen en Irán por medios militares porque eso conduciría al caos”, señaló el presidente francés, Emmanuel Macron. “¿Alguien cree que lo que se hizo en Irak en 2003 o en Libia hace una década fue una buena idea? ¡No!”, aseguró.

Muchos analistas creen que derrocar a Jamenei y al gobierno de la República Islámica crearía un vacío que podrían llenar los partidarios de la línea dura, como los Guardianes de la Revolución iraníes o el ejército. 

“Los ataques de Israel parecen estar más enfocados en el cambio de régimen que en la no proliferación” de armas nucleares, apunta Nicole Grajewski, del centro de estudios Carnegie Endowment. 

“Por supuesto, Israel está atacando misiles balísticos e instalaciones militares relacionadas, pero también están atacando a los líderes y a símbolos del régimen” como la televisión pública, dijo. 

“Si el régimen cayera, la esperanza sería un gobierno liberal y democrático. Sin embargo, existe una gran probabilidad de que otras entidades poderosas como los Guardianes de la Revolución surjan como reemplazo”, apuntó.

El hijo del Sha. Reza Pahlavi, hijo de Mohamad Reza Pahlavi, el derrocado Sha  de Persia, es  una de las principales figuras de la oposición y asegura que la República Islámica está “al borde del colapso”. 

Pahlavi, que vive en EE.UU., quiere restablecer la buena relación que existía entre su difunto padre e Israel, pero no tiene un apoyo mayoritario dentro de Irán o entre los exiliados. El nacionalismo de sus partidarios y sus vínculos con Israel son controvertidos. 

Otro grupo de oposición es la llamada Organización de los Muyahidines del Pueblo de Irán (OMPI), cuya líder Mariam Rajavi aseguró que “el pueblo de Irán quiere derrocar este régimen”.

Sin embargo, la OMPI no tiene el respaldo de otros grupos en la oposición y algunos iraníes miran con recelo su apoyo a Saddam Husein en la época de la guerra Irán-Irak. 

Según Thomas Juneau, de la Universidad de Ottawa, “en caso de un colapso no existe una alternativa democrática organizada”. 

“La única alternativa, y es uno de los escenarios preocupantes, es un golpe de Estado de los Guardianes de la Revolución, es decir, pasar de una teocracia a una dictadura militar”, apunta”.