el aumento de la criminalidad

La inseguridad como eje prioritario y transversal en el electorado chileno

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La seguridad ciudadana se ha instalado como la principal preocupación de la población chilena en los últimos años, un cambio significativo que desplazó a las históricas demandas sociales y económicas, como jubilaciones, salud y educación, del primer lugar en la agenda electoral. 

Este fenómeno no solo ocurre por un aumento concreto en la criminalidad, sino también por un profundo quiebre en la sensación de seguridad y tranquilidad cotidiana.

Realidad cotidiana. Chile experimentó un alza en la tasa de homicidios entre 2021 y 2022 a niveles no registrados previamente, aunque ha mostrado una tendencia a la baja en 2023. 

La irrupción del crimen organizado transnacional y nuevas modalidades de delito, como los “portonazos” (asalto a una vivienda cuando alguien ingresa) y la extorsión, han intensificado la sensación de riesgo. Las encuestas (como las de las consultoras Ipsos y Cadem) han revelado que hasta el 85% de los chilenos cree que la inseguridad ha aumentado y que Chile tiene uno de los índices de delincuencia más altos del mundo. 

Los datos indican que los segmentos socioeconómicos más vulnerables son los que experimentan la mayor preocupación por la delincuencia, los asaltos y los robos. Esto convierte la seguridad en una demanda social transversal, pero que golpea con más fuerza a quienes tienen menos recursos para autoprotegerse.

El miedo a la delincuencia se ha traducido directamente en un eje central de la disputa política y electoral. Diversos sondeos han confirmado que la lucha contra la delincuencia y el crimen organizado es la principal prioridad que los ciudadanos piden al gobierno, 

Por ejemplo, algunos sondeos recientes sitúan a la delincuencia como prioritaria para el 59% al 70% de los encuestados, mientras que la economía solo alcanza entre el 19% y el 42%.

Esta priorización ha beneficiado principalmente a los sectores y candidatos de derecha que promueven un discurso de “mano dura”.