Misterio sobre la desaparición de 400 kg de uranio enriquecido

En una operación de última hora, previendo un ataque como el que sufrieron de parte de Estados Unidos en sus plantas nucleares, las fuerzas de seguridad iraníes habrían sacado cerca de 400 kilos de uranio altamente enriquecido de sus depósitos y lo habrían trasladado a un lugar secreto.

Esta operación tendría en vilo a los expertos, ya que se trata de un material muy sensible que debería estar bajo control internacional.

La cantidad de uranio había sido informada por la agencia de control nuclear de la ONU, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), con el que Irán acaba de romper la cooperación tras los ataques israelíes y estadounidenses a su programa nuclear.

“El OIEA perdió visibilidad sobre este material en el momento en que comenzaron las hostilidades”, declaró el director del organismo, Rafael Grossi, a la cadena de televisión France 2. “No quiero dar la impresión de que se ha perdido u ocultado”, aclaró, aunque dejó flotando esa posibilidad.

El gobierno del presidente Donald Trump viene sosteniendo que las tres principales bases nucleares iraníes fueron “totalmente destruidas” por los ataques con bombas perforantes GBU-57A/B, lanzadas por los bombarderos furtivos B-2 Spirit el domingo pasado.

La misión estadounidense, planeada durante varios meses en total secreto, incluyó el ataque al sitio de enriquecimiento de uranio de Fordo, una planta subterránea situada al sur de Teherán, y las instalaciones nucleares de Isfahán y de Natanz, en el centro del país.

El Pentágono afirma que “devastó el programa nuclear iraní”, pero expertos subrayan que de momento es difícil evaluar el alcance de las destrucciones, sobre todo en las instalaciones de Fordo.

Trump ha apostado un importante capital político al éxito de los ataques del fin de semana pasado, que ordenó a pesar de las críticas de su propia base de apoyo por romper sus promesas de campaña de evitar intervenciones militares extranjeras.

Irán niega que sus instalaciones hayan sido devastadas, aunque el canciller iraní Abbas Araqchi calificó de “importantes” los daños en las instalaciones nucleares de su país.

“No sacaron nada”. Según Trump, Irán no pudo desalojar las reservas de uranio enriquecido de Fordo, donde estaban. “No se sacó nada de la instalación. ¡Hubiera llevado demasiado tiempo, sería demasiado peligroso, pesado y difícil de mover!”, aseguró en su plataforma Truth Social. 

Según Trump, en las fotos vía satélite de camiones en el exterior del lugar antes del ataque estadounidense solo se ve a personas intentando proteger Fordo con hormigón. 

El jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica, Rafael Grossi, afirmó en una radio francesa que las centrifugadoras de enriquecimiento de uranio de Irán han sido desactivadas. “Dada la potencia de estas bombas y las características de una centrifugadora, ya sabemos que estas centrifugadoras ya no están operativas”, dijo Grossi.

El jefe del Pentágono, Pete Hegseth, insistió por su parte en que los ataques estadounidenses en Irán han sido un “éxito histórico”. “Si quieres saber qué está pasando en Fordo, será mejor que vayas allí y cojas una pala grande, porque ahora mismo no hay nadie debajo”, le respondió irritado a un periodista que le reiteró la pregunta sobre la posibilidad de que el uranio enriquecido se haya salvado.

El jefe de la CIA, John Ratcliffe, apuntó que una fuente de información “históricamente fiable y precisa” indicó que “varias instalaciones nucleares iraníes clave fueron destruidas y tendrían que ser reconstruidas en el transcurso de los años”.