Día 158: Del becerro de oro al chanchito de yeso
Con el histrionismo magnético que lo caracteriza, Milei brindó un discurso ante empresarios en el Consejo Interamericano de Comercio y Producción en el que negó el atraso cambiario y tildó de “ignorantes” a los que dicen que no tiene plan económico. La falta de un consenso político y la poca claridad en cómo desarrollar aspectos claves de la economía siembran incertidumbres sobre el futuro del país.
“Desde que asumió la Presidencia, Javier Milei protagonizó un doble juego con el círculo rojo. Mientras que por un lado le promete prosperidad, libertad y buenos negocios, por el otro, les delega la responsabilidad de sacar adelante el país sin ayuda por parte del Estado, iniciando una disputa poco estratégica para una gestión que sólo cuenta con apoyo popular”, comentó Jorge Fontevecchia en la apertura de Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1) el jueves 16 de mayo.
El plan motosierra y licuadora incluye una dosis de voluntarismo y stand up. Ayer, de hecho, apareció la analogía del ministro Luis Caputo con un “chanchito de yeso”, una alcancía como metáfora de su gestión.
El presidente intervino en el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP) y polemizó, esencialmente, en torno a dos discusiones. La primera, si el Gobierno tiene o no un plan económico, y la segunda, si hay un dólar atrasado o no.
Milei retomó el tono “standupero” que lo caracteriza y le preguntó al Consejo Interamericano de Comercio y Producción: "Si no hay plan de estabilización, ¿creen que la inflación baja de casualidad?”. Además, aseguró que están “recomponiendo precios relativos” y destacó que, en el rubro de alimentos y bebidas, “todos los indicadores están debajo del 3%”.
Con el estilo sobrador que lo caracteriza, ante los empresarios y economistas, el Presidente se refirió al ministro de Economía como “chanchito de yeso” en referencia a los recortes que sufrió la estructura estatal desde que asumió: "A 'Toto' lo voy a llamar chanchito de yeso, porque para sacarle un mango hay que romperlo todo", y luego aclaró que “cuando la licuadora se convierte en permanente es motosierra”.
Vinculándolo con las Sagradas Escrituras que tanto cita el Presidente, esperemos que el chanchito de yeso no se convierta en el becerro de oro que adoraban los hebreos cuando desconfiaron de la palabra de Moisés.
Milei tiene la costumbre de descalificar a quienes no piensan como él. En esta ocasión trató de “ignorantes” a los economistas que aseguran que el gobierno no tiene plan económico. El mandatario sostuvo que “no es que no hay un plan económico, si son ignorantes no es mi culpa”, y aclaró:“No voy a ser un intervencionista, voy a ser un liberal libertario y creo que ustedes son los creadores de riqueza”.
Licuadora y motosierra: qué tan sostenibles son las bases del superávit fiscal
Puede ser que lo que le haga falta al Gobierno sea un consenso político alrededor del cual hacer un plan de estabilización. Esta es la idea del historiador israelí Raanan Rein, que explicó que lo más importante en la historia del plan de estabilización de Israel de los ochenta fue el consenso que generó un gobierno de unidad nacional. Este plan fue exitoso y bajó en pocos meses la inflación interanual del 400% al 20%.
Todos los otros casos de planes de estabilización exitosos de las últimas décadas, como fue el Plan Austral, la convertibilidad o el Plan Real de Brasil, tuvieron consenso en su momento. Tuvieron apoyo de otras fuerzas políticas que no eran oficialistas y contaban con una mayoría de votos en el Congreso.
Los pilares del modelo de estabilización económica de Milei
En relación a si el Gobierno tiene un modelo económico o no, reina la incertidumbre. Una pregunta posible es: ¿por dónde van a entrar los dólares para hacer funcionar el país? El último gobierno de Alberto Fernández penduló entre un neodesarrollismo y un distribucionismo sin demasiada estrategia de crecimiento, y esa falta de acuerdos internos son parte de la explicación de su propio fracaso electoral.
Otro tema es la cuestión de la salida del cepo, que necesita una cierta cantidad de dólares, alrededor de 15.000 millones, según estimaciones del Gobierno. La conjetura que tienen algunos analistas es que Milei especula con el triunfo electoral de Donald Trump para conseguir financiamiento del Tesoro norteamericano o del propio Fondo Monetario Internacional como favor político del magnate estadounidense.
Miguel Ángel Broda: "Milei no tiene plan de estabilización"
Cristina Kirchner y Elisa Carrió denunciaron que el modelo de Milei era el saqueo y el extractivismo. Sin embargo, más allá de las discusiones de soberanía y medio ambiente, lo que no queda claro es cuál va a ser el sector que va a generar empleo para los argentinos, porque los sectores como la minería o la extracción de hidrocarburos no requieren tanta cantidad de mano de obra. La pregunta sigue quedando en el aire: ¿El Gobierno tiene plan económico para un país de casi 50 millones de personas?
Paraguay y Uruguay son ejemplos de una estabilización ordenada, ya que en esos países la emigración masiva actúa como válvula de escape para mantener la estabilidad económica. Es que la pérdida de población puede ser parte de un plan económico, como en Uruguay, que mantiene una población estable desde hace 40 años, mientras que Argentina casi que ha duplicado la suya en el mismo período.
El atraso cambiario en el foco
Si todos los economistas, el campo y gran parte de los empresarios le dicen a Milei que el tipo de cambio está atrasado, es difícil que haya un consenso necesario para la estabilización. José Urtubey, uno de los dirigentes empresarios presentes en el CICyP y miembro de la UIA (Unión Industrial Argentina), explicó que en Argentina se necesita “coordinación entre sectores públicos y privados” para “fortalecer políticas microeconómicas y cadenas productivas competitivas”, considerando “la importancia de la integración regional en el mundo”.
Por su parte, Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural, se mostró entusiasmado con las futuras medidas de Milei en el sector agropecuario: “El presidente destacó la intención de comenzar a reducir impuestos, mencionando primero el Impuesto al País, luego las retenciones al campo y finalmente el Impuesto al Cheque. Es por ese camino”, indicó el empresario.
Luego del discurso del Llao Llao de hace unas semanas, en donde Milei les planteó a los empresarios que debían “poner las bolas” e invertir, su ex jefe y fundador de Corporación América, Eduardo Eurnekian, recogió el guante y le respondió: "Que se ponga las bolas y dirija el país”.
Eduardo Eurnekián se mostró duro contra Milei y le pidió que dirija al país: "Que se ponga las bolas y dirija el país".
Además de Milei, ayer también hubo apariciones públicas del jefe de Gabinete Nicolás Posse y el ministro de Economía, Luis Caputo en La Nación+. Caputo responsabilizó a los empresarios de haber colocado precios para una expectativa de dólar-inflación superior a la que hubo. “Si los empresarios bajan los precios, la economía se recupera más rápido”, manifestó.
En el contexto actual, con el dólar a 1.000 pesos y una inflación del 90%, se plantea la cuestión de si los precios eventualmente tendrán que bajar, debido a la falta de capacidad de compra de la población, lo que podría provocar una recesión significativa. Sin embargo, surge el interrogante sobre si existe otra forma de combatir la inflación sin recurrir a una recesión drástica.
En última instancia, el desafío radica en encontrar un consenso entre las diversas perspectivas para impulsar el desarrollo del país, considerando que la falta de consenso ha sido un factor determinante en los últimos 50 años de la historia argentina.
El Gobierno parece sostenido únicamente entre los sectores populares que aún tienen esperanza en una recuperación económica. Los empresarios y el campo demostraron no ser incondicionales y tienen sus propios criterios a la hora de evaluar el rumbo económico.
Luego de un relativo triunfo del Gobierno tras el anuncio de la inflación de un dígito, paradójicamente, aparece sin puntos de apoyo claros y relativamente aislado. En la previa del Pacto de Mayo, que no se sabe si se hará, el Gobierno debe volver al camino del diálogo, que fue el que le dio el triunfo de la media sanción de la Ley Bases en Diputados y el que puede posibilitar el consenso para una real estabilización.
El magnetismo de Milei
Hay un cuento célebre del escritor Thomas Mann que se llama "Mario y el hipnotizador". Allí Mann relata la historia de un grupo de turistas que se encuentran en un pequeño pueblo del sur de Italia y son hipnotizados por un misterioso hombre llamado Cipolla. La historia explora temas como la identidad, la sugestión y el poder de la mente sobre el cuerpo. Muchos analistas consideran que el escritor alemán metaforizó el poder de fascinación de los extremismos, especialmente el nazismo. Sin asociar de ninguna manera a LLA con el nacionalsocialismo o el nazismo, es cierto que el discurso de Javier Miei tiene algo de ese magnetismo, esa capacidad hipnótica a partir de su histrionismo.
Día 144: Protestas y malestar en la cultura democrática
Existe en la actualidad un malestar semejante al que hubo en las preguerra cuando Freud escribió “El malestar en la cultura”, de alguna manera pronosticando lo que iba a suceder. Hoy se vive en Europa y en la Argentina un reverdecer de la derecha. De alguna manera, salvando la gigantesca distancia, Milei es la consecuencia de un malestar con la política y la trayectoria de la economía en los últimos 50 años.
Ayer, el mandatario optó nuevamente por el stand up. Algo que parece tener aún ecos favorables en cierto empresariado y respuestas como la de Eduardo Eurnekian, quien, seguramente lo conoce como nadie, ya que fue su jefe.
De momento, la apelación a “las bolas” de los empresarios, el voluntarismo casi keynesiano de Luis Caputo, los elogios del presidente a la condición de “alcancía” del ministro y de su ex socio, el titular del Banco Central, son parte de un discurso oficialista que no consigue consensos en el Senado.
AO FM DC
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