Licuadora y motosierra: qué tan sostenibles son las bases del superávit fiscal

En medio de las celebraciones por el alcance del superávit fiscal por parte del Gobierno de Javier Milei, en el debate económico se instaura el cómo se llegó a esa reducción del déficit y si es perdurable en el tiempo mantener ese nivel de ajuste financiero. Es por eso que para analizar este tema en profundidad, este medio se conectó con el consultor económico, Leonardo Piazza.

“Cuando hacemos la comparación contra el primer trimestre del 2023 y todo aprecio del primer trimestre del 2024, ahí vemos que el déficit primario de menos $2,6 billones pasó a un superávit de $3,9 billones”, comentó Leonardo Piazza. “En el financiero, de $5,3 billones negativos, pasó a $1,1 billón positivo”, agregó.

El crecimiento de los ingresos estuvieron por debajo de la inflación

Posteriormente, Piazza planteó: “Esto significa que el tamaño del ajuste fue grande, fue realmente muy pronunciado en un año”. Luego, manifestó: “Por el lado de los ingresos, tuviste, desde el primer trimestre de 2024 contra el primer trimestre de 2023, una inflación del 274% y los ingresos crecieron un 255%. Los ingresos tributarios y los derechos de exportación e importación, crecieron arriba del 600%”.

“Ahí está funcionando lo que se llama como ingresos extras, que no son perdurables en el tiempo, donde hace pensar que puede ser endeble manejarlo a largo plazo si no se hacen otras cosas”, sostuvo el entrevistado, que después completó: “Aprovecharon el impuesto país muy fuerte, también la devaluación y con las demoras de las importaciones, permitió algunos ingresos más”.

Los gastos crecieron por debajo de los ingresos pero también de la inflación

Por otro lado, el analista económico señaló: “Los gastos crecieron 144% en el mismo período, muy por debajo del 255% de los ingresos, pero muy por debajo de la inflación”. Sobre la misma línea, remarcó que, “acá es donde se ve la licuadora, en las asignaciones familiares, los planes sociales, el empleo público, las universidades, las jubilaciones, todo esto hizo que el gasto baje y que se mantenga un superávit fiscal”.

“Lo de la parte de la motosierra lo dejamos para el corte de la obra pública, las transferencias discrecionales a las provincias y se liberaron los subsidios económicos, que se ajustaron con respecto al atraso que tenían”, expresó Piazza. Para finalizar, dijo que, “eso hace que tengamos un superávit fiscal, financiero y primario muy fuerte, pero con dudas de la sostenibilidad en el tiempo”.