Tratado Global de los Océanos

Los océanos siguen en lista de espera

Sólo el 1% de las aguas internacionales se encuentra bajo protección. Esto permite a la pesca destructiva, la industria de hidrocarburos y la amenaza emergente de la minería de aguas profundas avanzar sobre nuestros océanos y ponerlos en grave peligro.

La fecha fue instaurada, a pedido de Canadá, por las Naciones Unidas. Foto: weekend

Terminó la cuarta ronda de negociación en la sede de Naciones Unidas en Nueva York. En esta cumbre se esperaba finalmente la aprobación de un Tratado Global de los Océanos, pero las lentas negociaciones y la falta de acuerdo de ciertos gobiernos hicieron que el resultado no fuese el deseado. Sin embargo, habrá una nueva oportunidad este año, en la que este tratado debería concretarse.

Llevamos adelante hace años una campaña por la creación de este Tratado Global. Este compromiso internacional, que sería jurídicamente vinculante, facilitará la protección de al menos el 30% de los océanos para 2030.

5 datos para conocer la importancia de proteger los océanos

Actualmente sólo el 1% de las aguas internacionales se encuentra bajo protección. Esto permite a la pesca destructiva, la industria de hidrocarburos y la amenaza emergente de la minería de aguas profundas avanzar sobre nuestros océanos y ponerlos en grave peligro. A esto se le suman los impactos de la crisis climática, la contaminación y la acidificación. Con este tratado, se podrían crear santuarios marinos globales, en regiones sumamente valiosas por sus funciones ecosistémicas y su biodiversidad, que estén al resguardo de estas actividades.

Como parte de los propuestos santuarios marinos globales, se encuentra el Agujero Azul, una zona en aguas internacionales que está a unos 500 km del Golfo de San Jorge, en la Patagonia argentina. Esta es una de las principales regiones de alimentación y desove de mamíferos marinos y aves.

Día Mundial de los Océanos: Argentina tiene una oportunidad única de salvarlos

Allí, todos los años llegan más de 500 barcos a depredar el océano con técnicas de pesca perjudiciales para el mar y el bienestar y la reproducción de la fauna marina. Las flotas pesqueras internacionales saben que, al no existir regulaciones estrictas en altamar, pueden saquear el océano en búsqueda principalmente de merluza, merluza negra y calamar. Un reciente informe de Greenpeace Internacional, titulado “Calamar en el punto de mira”, expuso el aumento exacerbado de captura de calamar en varias regiones del mundo, entre ellas el Atlántico Sur. Ya son familiares las imágenes de las luces de los buques que se ven de noche desde un avión o incluso desde el espacio, como así lo ha capturado y difundido la NASA.

Ello deja en evidencia que nuestro mar forma parte de una red oceánica que hoy es vulnerable a múltiples amenazas. Por eso, se requieren de forma urgente regulaciones a nivel local e internacional para crear mecanismos de control y cooperación. En el plano local, aún está pendiente la aprobación de una ley para la creación de un área marina protegida bentónica en el Agujero Azul, que protegería a la flora y fauna que habita en el lecho marino y restringiría fuertemente cualquier tipo de actividad que atente contra ello, como la pesca de arrastre. Por otra parte, es vital que este año los gobiernos del mundo lleguen a un acuerdo por un tratado global por los océanos. Argentina es uno de los países que se encuentra promoviendo este compromiso.

Habría un conflictivo quinto océano: el Austral 

Los océanos lo necesitan, es hora que su protección deje de estar en la lista de espera.

 

* Bruno Giambelluca. Especialista en movimientos ambientales y cambio climático. Además, es vocero de Greenpeace Argentina.