Según informó la agencia Bloomberg, en febrero y en mayo de 2024 el magnate libertario Peter Thiel estuvo reunido con Milei en la Casa Rosada. Se dijo oficialmente que fueron reuniones privadas; la opacidad en la información despertó suspicacias de todo tipo.
Los acercó fue Alejandro Oxenford, otro financista y actual embajador argentino en los Estados Unidos, quien dio cuenta de este último encuentro señalando que Thiel es un admirador de la política que se está llevando a cabo en nuestro país.
En abril de 2024, en una reunión en el Club Económico de Miami, Thiel destacó que la Argentina lleva 100 años de decadencia, y no tiene otra alternativa que recortar los recursos estatales como se viene haciendo desde el 10 de diciembre de 2023.
Peter Thiel sostiene que, dado los cambios tecnológicos que vivimos en la era digital, la tecnocracia reemplazará a la democracia por ser un sistema más eficiente, y el individuo irá adquiriendo cada vez más autonomía frente a la opresión gubernamental.
Reviviendo una tensión del siglo XIX, Thiel afirma que la libertad es incompatible con la democracia, y hoy la lucha más importante se da entre la tecnología y la política.
No extraña entonces que el magnate libertario promotor de MAGA escribiera un elogioso prólogo a la edición 2020 de The Sovereign Individual, libro escrito por James Dale Davidson y Lord William Rees-Mogg, quienes sostienen precisamente esta tesis.
Rees-Mogg y Davidson predicen un cambio drástico en las relaciones sociales debido al auge del nuevo ciberespacio y, en consecuencia, del ciberdinero. Nada será como antes, y el Estado-nación colapsará. Comparan al Estado con un granjero que cría vacas en un campo, para ordeñarlas, pero que de pronto se da cuenta de que “las vacas tendrán alas”.
Predicen que la recaudación de impuestos será cada vez más dificultosa y los gobiernos tendrán que recurrir a la violencia, e incluso “volverse crueles”. La crueldad y “fomentar un clima de miedo” son las características del segundo mandato de Donald Trump, según señaló Amnesty International el 30 de abril de 2025.
Estos sueños libertarios, pesadillas para muchos, tienden a configurar una sociedad cada vez más individualista que refuerza la influencia y el poder de los nuevos ilustrados sobre la maquinaria burocrática existente en los Estados. A modo de ejemplo, el contrato que el ejército de los EE.UU. subscribió por US$ 10 mil millones con la empresa de Thiele, Palantir, a fin de suministrar el software para realizar inteligencia en el campo de batalla, la logística y los sistemas de personal.
Es curioso que Palantir fuese la única empresa presentada en la licitación del gobierno a fines de julio de este año. Según indica el Departamento de Guerra (Pentágono), “se solicitaron ofertas por internet y se recibió una”.
¿Qué ocurrió con las otras empresas tecnológicas? ¿No estaban interesadas en ganar un contrato multimillonario? Sea como fuere, el Comando de Contrataciones del Ejército adjudicó a una sola empresa oferente tareas “con una fecha estimada de finalización del 31 de julio de 2035”.
Así el Estado asegura, con dinero de los contribuyentes, diez años de ganancias a una empresa privada. Todo indica la tremenda influencia de Peter Thiele en el gobierno de Trump, donde varios ex ejecutivos de Palantir ocupan puestos clave.
La “relación giratoria” entre empresas tecnológicas y gobiernos es un método de influencia, hoy propicio en Argentina. Las corporaciones, mientras proveen soluciones a los gobiernos, a cambio colocan a sus empleados en puestos de decisión gubernamental. Allí la importancia de las instituciones de control del Estado argentino, entre otras, Auditoría General de la Nación y Sindicatura General de la Nación.
Un obstáculo para quienes, como Peter Thiele, sostienen que la democracia y la libertad no son compatibles. Dicha tesis permite a las compañías tecnológicas escapar del control del sistema republicano democrático de gobierno. Y a su vez, colapsado el Estado-nación, les posibilitaría el control económico, social y militar desde una superestructura tecnológica.
El “Corolario Trump” fue publicado: garantizar que la tecnología estadounidense —particularmente en inteligencia artificial— conduzca al mundo (National Security Strategy, 2025). Ahora la Argentina enfrenta el desafío de mantener un verdadero sistema de control parlamentario-democrático a todo gobierno o corporación que pretenda dominarla. El cual es inherente a “nuestra” Seguridad Nacional.