LA GUERRA RELÁMPAGO PARA SACAR PROYECTOS CLAVE DESDE EL 10 DE DICIEMBRE

Congreso: el oficialismo concentrará su ofensiva en verano

Hasta el martes, en la Casa Rosada no esperaban contar con un dictamen de mayoría propio para el Presupuesto 2026. Salió por una firma de diferencia por encima del texto que impulsaba el peronismo y le permitió al Gobierno allanar la previa de la batalla que se avecina para fin de año: un período de extraordinarias que apuntará a sacar, lo más rápido posible, las iniciativas más impopulares, como la reforma laboral e impositiva. Los desacuerdos internos por la pelea contra los sindicatos y el incremento de la conflictividad que podría empañar la agenda que se extenderá hasta fines de febrero. Santilli rodeado.

Extraordinarias. En el oficialismo dicen que tienen una “ventana” que durará hasta marzo. Foto: prensa Diputados

El martes, cuando Karina Milei comenzó a hablarle en la Casa Rosada a los diputados electos de LLA, Diego Santilli decidió alejarse de la primera fila de invitados. Lo hizo apenas fue plasmada la foto que buscaba el Gobierno para mostrar la nueva organización y volumen que tendrá el oficialismo a partir del 10 de diciembre. No lo hizo para correrse, sino para volver rápido a la Cámara de Diputados, en esa particular calidad de designado ministro del Interior y diputado reelecto, a un paso de dejar ese cargo. El “Colo” evitó desautorizar la escena que habían decidido en el primer piso de Balcarce 50. Pero igualmente se fue rápido. Estaba por comenzar la última reunión de la Comisión de Presupuesto de la Cámara Baja a partir del mediodía. De acuerdo a una orden aprobada por el recinto, e impulsada por la oposición, esa comisión tuvo que transitar un cronograma de reuniones que concluyó ese martes con el objetivo de dictaminar, es decir, de definir los textos del Presupuesto 2026 que serán tratados por el recinto de Diputados. Hasta ese día por la mañana, el oficialismo no tenía grandes expectativas de contar con un dictamen de mayoría. Sin embargo, esa última reunión  de comisión concluyó con un  dictamen libertario que rompió el empate que tenían con el peronismo y obtuvo las 21 firmas necesarias gracias a la rúbrica doble del titular de ese cuerpo, Alberto “Bertie” Benegas Lynch. 

El cambio que se registró ese martes, entre las pocas expectativas de la mañana y el resultado de la tarde, fue la rosca que tejieron los libertarios a último momento, pero con Santilli empoderado. Jugó como diputado, pero negoció como flamante ministro designado. El resultado sorprendió en el Gobierno y le permitió cerrar la semana con un dictamen propio de Presupuesto 2026. En la hoja de ruta del Gobierno, esperan concentrar el fuego a partir del 10 de diciembre, cuando se concrete el recambio de las dos Cámaras, pero la novedad de contar con un dictamen de mayoría los puso en otro lugar y la permitió a Santilli, desembarcar en la administración libertaria con un poroto que le sumó acciones en esta etapa de estreno como ministro. El detalle no es menor, porque la foto del Congreso que se termina  en los primeros días de diciembre, es el punto de partida de las negociaciones que el Gobierno buscará acelerar a partir del 10, cuando esté más cerca del quórum en ambas Cámaras. Contar con un dictamen de mayoría a un  mes de ese momento tan crucial, no solo le da más oxígeno a Milei para conseguir la sanción del Presupuesto, sino que le permite construir una negociación distinta desde ese día, pero con el objetivo de conseguir definiciones rápidas antes de fin de año. 

El punto de partida será el Presupuesto, pero como prólogo de una ofensiva legislativa que se concentrará en un corto período de extraordinarias desde el 15 de diciembre hasta fin de año. Es el lapso definido para acelerar la negociación presupuestaria y, al mismo tiempo, la foto previa de dos temas que, según los más experimentados, necesitarán más tiempo. Uno es la reforma laboral y el otro es una nueva ley para cambiar el sistema tributario. La preocupación está puesta en la negociación que se avecina para cambiar la legislación laboral y, en especial, contener las medidas que impulsará el Gobierno, especialmente decidido en confrontar con los sindicatos. “Tenemos una ventana corta hasta marzo, pero todo depende de no tensionar mucho en diciembre”, anticipó a PERFIL una alta fuente del Ejecutivo. El mensaje revela que la definición del Presupuesto solo dependerá de la negociación que mantenga la Rosada con los gobernadores y de una decisión que está en plena evaluación: si buscar romper a los bloques que funcionarán como aliados o mantener una negociación que les permita ampliar la base de gobernabilidad. Ese punto fue el disparador de la intervención de Santilli antes de dejar su cargo de diputado, en una combinación con dos laderos que le controlarán los movimientos: Karina y el titular de la Cámara Baja, Martín Menem. Ambos son grandes ganadores de las elecciones del 26 de octubre. Santilli también, pero ha sido uno de los dirigentes que mejor relación mantuvo con el asesor Santiago Caputo, considerado uno de los mayores perdedores. 

En esa tensión se jugará la conducción de diciembre, pero si la reforma laboral agudiza los conflictos, la ventana hasta marzo podría acortarse o generar crujidos en la nueva estrategia que comandará Santilli, pero con marca personal y sin caja.