abogado personal de macri

El caso Pepín generó revuelo entre dirigentes de la oposición

Rodríguez Simón pidió asilo político en Uruguay para no declarar en Argentina por temor a quedar detenido. Tibios apoyos y críticas.

Pedido. La Cancillería uruguaya le expidió un documento que lo acredita como “solicitante de refugio”. Foto: Néstor Grassi

La situación político-judicial del abogado personal de Mauricio Macri, Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, quien esta semana pidió refugio político en Uruguay mientras la justicia argentina pide su indagatoria y extradición, abrió la preocupación y puso a Juntos por el Cambio en alerta.

Desde el ex presidente, pasando por varios de los ex ministros del gobierno de Cambiemos, hasta los colaboradores de Elisa Carrió tuvieron contacto con él para interiorizarse de su situación. Su caso fue mencionado por Alberto Fernández y, en una carta, por Cristina Kirchner.

“Pepín” está involucrado en una causa que le iniciaron los empresarios Cristóbal López y Fabián de Sousa por presunta “extorsión” cuando el abogado les exigió en, al menos, dos reuniones que paguen el impuesto a los Ingresos Brutos al Gobierno porteño por el negocio del juego.

En ese marco, Rodríguez Simón está convencido que la jueza María Servini y el fiscal Guillermo Marijuan, quieren verlo preso y activó todos sus contactos políticos y diplomáticos para conseguir asilo en Montevideo. Desde diciembre de 2019, vive entre la capital uruguaya, Punta del Este y Buenos Aires.

Mientras espera que la justicia del país vecino bloquee la orden de captura y el Gobierno charrúa permita que se transforme en “refugiado”. El programa para aquellos exiliados por la fuerza que tiene Naciones Unidas, en especial para América Latina, tiene como principal misión la contención de venezolanos que se fueron de su país. Una señal internacional fuerte sería que lo admitan, evalúan cerca del abogado. En Uruguay también sacudió el tablero político: el canciller Francisco Bustillo es amigo del presidente y resiste, mientras que otro sector del oficialismo charrúa prefiere “rescatarlo”.

De todas formas, Rodríguez Simón estuvo en contacto con los dirigentes del frente opositor. Macri fue uno de ellos. El ex presidente, quien fue representado por el abogado en causas civiles, no quería que avance en esta estrategia y hubiera preferido que vaya a declarar. Lo mismo opinó Germán Garavano, el ex ministro de Justicia, quien también estuvo en contacto con “Pepín”. Compartieron años de política judicial no solo los cuatro años en la Rosada sino cuando Macri era jefe de Gobierno. El ex funcionario no creyó nunca la teoría de que iba a terminar preso. Pero el abogado, quien fuera director en YPF, descreía de esa hipótesis.

“Mauricio siempre dijo que había que presentarse. Eso hizo él y eso hicieron Guillo (Dietrich) y otros funcionarios suyos cuando fueron citados por la Justicia. Pero entiende que Pepín tiene otros enemigos más poderosos”, confía una fuente de Juntos por el Cambio. En ese lote de enemigos hay dos muy poderosos. Uno es Daniel “el Tano” Angelici, empresario del juego y de buen vínculo con Cristóbal López. El otro es Ricardo Lorenzetti, el juez de la Corte Suprema contra quien trabajó para que sea reemplazado por Carlos Rosenkrantz como presidente del Tribunal.

También, Rodríguez Simón habló con dirigentes de la CC, quienes también le plantearon que la jueza, a la sumo, iba a embargarlo y procesarlo, pero que difícilmente podía encarcelarlo. Carrió lo conoce muy bien: han compartido comidas juntos en Punta del Este junto al ex jefe de asesores de la Presidencia Macri, José Torello.