En medio del debate por la reforma laboral propuesta por el Gobierno, Jorge Sola, uno de los tres secretarios generales de la CGT, cuestionó que la medida pueda generar puestos de trabajo y aseguró que sus puntos principales van "en contra" de los derechos de los trabajadores.
En una entrevista en el programa Comunidad de Negocios, de LN+, el líder sindical sostuvo que "no se genera más trabajo cambiando las normas entre un trabajador y un empleador", sino que "se genera más trabajo con un cambio en la política de inversión productiva".
Sobre la generación de empleo, Sola denunció que el Poder Ejecutivo "está dejando de lado" un modelo de desarrollo. "Hay una gran mirada sobre la macro, pero poco sobre la mirada de apertura hacia las PyMEs", criticó.
“Este Gobierno cambió tres cosas que tenían que ver con las relaciones laborales. Sacó las multas al empleo en negro, por lo que cualquiera que tuviera un empleado podría pasarlo sin que le cobraran multa. Creó la figura del trabajador independiente, lo que permitió que el dueño de un kiosco pudiera contratar a tres trabajadores sin relación de dependencia. Y estiró el período de prueba. Ninguna de esas cosas generó más trabajo. Se ha caído el trabajo. 200.000 empleos formales y 20.000 PyMES menos en dos años”.
El dirigente sindical advirtió que la propuesta impulsada por el oficialismo introduce cambios que avanzan sobre derechos ya consolidados de los trabajadores. En ese marco, cuestionó especialmente las modificaciones al régimen indemnizatorio y rechazó la idea de que esas reformas no afectarían los contratos laborales vigentes.

El secretario general de la CGT también analizó otros aspectos del proyecto que, según dijo, alteran puntos clave del contrato de trabajo. Entre ellos, mencionó la figura del banco de horas y puso en duda el grado de libertad que tendría el trabajador para negociar ese esquema. “Según el discurso oficial, sería un acuerdo entre trabajador y empleador. ¿Qué trabajador va a poder decidir cuándo va a trabajar y cuándo no? Lo controla el empleador”, planteó.
Según Sola, la iniciativa no se limita a correcciones técnicas de la legislación laboral, sino que implica un avance sobre principios de los trabajadores. “La cantidad de cuestiones que se van a hacer en contra del trabajador serán muchísimas“, alertó.
Al ser consultado por el futuro de la reforma en el Congreso, el referente sindical aclaró que la central obrera no se opone a una actualización del marco laboral, pero cuestionó el modo en que el Gobierno impulsó el proyecto y la falta de diálogo con los sectores involucrados.
Los puntos claves de la reforma laboral que inquietan a los trabajadores
“Creemos que tiene que haber una modernización laboral, pero con los sectores que tendrán los beneficios o perjuicios sentados en la discusión. No nos convocaron evidentemente porque hay una mirada de sesgo ideológico. Consiste en mirarnos a nosotros como adversarios políticos y no como socios estratégicos”, afirmó Sola.
El jueves pasado, la CGT encabezó una movilización en Plaza de Mayo en rechazo a la reforma oficial. Horas después, el Gobierno anunció la postergación del debate del proyecto en las comisiones de Trabajo y de Presupuesto y Hacienda del Senado para el 10 de febrero. Inicialmente, el objetivo del oficialismo era tratar la iniciativa en diciembre para asegurarse mayor consenso en el Congreso.
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